lunes, 1 de septiembre de 2014

La vida me trajo







Hoy alguien me ha dicho que Mohamed Ibrahim Zauq es un personaje al que no conoce nadie, dándome a entender que no era relevante para ciertos efectos. En lo primero he de darle la razón; en lo segundo, acaso desde la ingenuidad y la utopía, me niego. Nacido y muerto en Delhi, en 1789 y 1854 respectivamente, Zauq es el gran poeta de la lengua urdu, la sexta del mundo. Su poesía es sencilla, limpia y profunda. Merece conocerse, como el personaje. Sobre éste, remito a una fuente usual que no es, en esta ocasión, mal punto de partida. Sobre la poesía, y desconociendo que haya sido vertido al español o dónde pueda localizarse, me he permitido volcar a mi lengua, desde una versión inglesa (el urdu excede mis capacidades) estos versos que creo que permiten paladearla:


LA VIDA ME TRAJO

La vida me trajo, así que vine; la muerte me lleva y me voy.
Ni vine por mí, ni me voy por mi voluntad.

Pocos jugadores habrá tan malos como yo;
cada jugada que hice resultó desastrosa.

Es mejor que uno no se apegue a los encantos del mundo,
pero, ¿qué hacer cuando nada puede lograrse sin implicarse?

¿Quién viene al rescate de quien se apresta a dejar este mundo?
Tú, manténte en movimiento mientras moverte puedas.

Oh, Zauq, me marcho de este jardín con ansia de aire fresco.
Qué me importará, ahora, si el céfiro sopla o no.



Abrazos.