sábado, 31 de diciembre de 2011

Góndolas





Lo que abre esta entrada es la popa de una góndola, fotografiada sobre un canal cualquiera del sestiere de San Marco, en Venecia. ¿Habéis visto alguna vez una góndola navegar? Es un prodigio de equilibrio y contrapeso: poco más o menos lo que tendremos que hacer todos, en este 2012 que nos disponemos a afrontar, entre recortes (de beneficios) y aumentos (de cargas).




Frente a estas cosas lúgubres, siempre puede oponerse la belleza y la creatividad. Por eso me vais a permitir que esta entrada tenga pocas palabras y descanse sobre un puñado de imágenes bellas, recogidas entre miles que habrían sido posibles, tras varios días paseando por Venecia, al amparo de un soleado diciembre. Me limito a ponerles un breve pie verbal a cada una. Salen más góndolas, y una sorpresa simpática (o eso espero) al final.



La Salute. La más bella.



Atardecer. Última luz desde el Lido.



Más atardecer. San Marco desde la laguna.



Góndola 1. Atardecer con la Salute.



Góndola 2. Cazando en el ferro la última luz del día.



La Giudecca, de noche ya. Y una luz cercana.



La del alba, en la piazzetta San Marco.



Góndola 3. Contra el sol naciente.



Existe. En el sestiere Dorsoduro.



Como veis, es poca cosa.



Pero tiene hermana mayor. Perpendicular a ella.



Y de cierre, un buen consejo. Estáis a tiempo.


Abrazos y ánimos. Que podemos.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Lido di Venezia, Natale





Y he aquí que el día de Navidad amaneció radiante en Venecia y decidimos ir al Lido a buscar las huellas de Tadzio y Von Aschenbach. En fin, no estaban ninguno de los dos, sólo un montón de casetas vacías y unos hoteles cerrados a cal y canto. Por ejemplo, el opulento Excelsior, donde paran las estrellas del cine, y cuyo embarcadero se veía así de fantasmagórico:




O el legendario Hotel des Bains, que está aún peor: de obras y rodeado de andamios.




Pero bueno, lo que importaba era ir allí y hacer el homenaje. Por cierto, Venecia es un lugar estupendo para pasar la Navidad. O la Navidad es un momento estupendo para pasear por Venecia. El orden de los factores, esta vez, no altera el producto.

Abrazos.

martes, 20 de diciembre de 2011

Seguint un estel (Feliz 2012)






Llega la Navidad y bueno, habrá que incurrir en las felicitaciones de rigor. Este año que nos trae, dicen, el apocalipsis maya y algunos otros, he elegido, para variar, algo sorprendente. Siempre he detestado los villancicos, especialmente si le llegan a uno pasados por el filtro del hilo musical de los hipermercados. Pero he aquí que descubrí no hace mucho un villancico magnífico, o mejor dicho, una nadala, que es como se llaman en catalán. Se llama El 25 de gener (El 25 de enero) y la canta el grupo Manel.

No voy a enlazar un archivo, que la canción tiene derechos y todo eso. Sólo os animo a que la busquéis, con arreglo al estándar ético de cada cual. Podéis incluso comprar el discolibro cuya portada abre esta entrada, que contiene el texto con ilustraciones y un cedé con la canción. Será una buena forma de recompensar el talento de los creadores y un excelente regalo.

Lo único que pondré es el texto del villancico, en el original catalán y en la traducción de Noemí Trujillo. Si los autores de la letra tienen algún inconveniente (aunque es práctica común la libre reproducción de letras como herramienta promocional de obras discográficas), les ruego me lo hagan saber. La traductora ha consentido en la publicación.

Segons els pastors de l'últim poble


darrera els horts veurien uns pins,

passats aquells pins el camp d'oliveres


i, al fons, tres camins.


Han pres el trencall i s'ha obert la clariana


i han ordenat als homes descans.


Al camp d'oliveres tres reis s'acomiaden


i encaixen les mans.




Melcior aixeca el cap i veu la muntanya


que abans que enfosqueixi ha d'estar travessant


i es treu la suor amb el coll de la capa

tacada de fang.

I no vol ni pensar que les forces s'acaben


i ni us imagineu com s'emprenya quan,


en beure en el riu, només troba la cara


d'un home gran.


El rei dóna l'ordre pel toc de corneta


pensant en aquells que, no fa pas tant,


li besaven l'escut i entregaven les armes

agenollats.



Des de dalt del camell fot un crit el rei negre,

que faci el favor algun bon soldat


d'aixecar el cul de terra i fer un ràpid recompte


de racions de pa.


Qui pogués creuar el bosc i trobés una barca!


Qui abans d'adormir-se amb el braç estirat


notés com els dits mica en mica retallen

l'aigua del mar!


Qui arribés a palau i triés una dona,

arranqués unes roses i li allargués un ram!

Baltasar té el desig corrent per les venes


com si fos sang.




Gaspar pot sentir clavats a l'espatlla


els ulls d'alguns patges que estan esperant

un cop d'atenció, potser una mà alçada,


una ordre reial.


Un dels homes canta enmig d'una rotllana


amb la veu més dolça que hagueu sentit mai

una cançó antiga que el rei taral·leja


amb els llavis tancats.


El patge més vell es gira i comenta


mirant un segon de reüll cap al cel


"sembla mentida que bé que vivíem


seguint un estel".


******

Según los pastores del último pueblo

detrás de los huertos verían unos pinos,


pasados aquellos pinos el campo de olivos


y, al final, tres caminos.


Han tomado el desvío y se ha abierto el cielo

y han ordenado a los hombres descanso.


En el campo de olivos tres reyes se despiden


y se dan la mano.



Melchor levanta la cabeza y ve la montaña


que antes de que oscurezca tiene que estar atravesando

y se seca el sudor con el cuello de la capa


manchada de barro.


Y no quiere ni pensar que las fuerzas se le acaban

y ni os imagináis cómo se enfada cuando,


al beber en el río, sólo encuentra la cara


de un hombre mayor.


El rey da la orden con el toque de corneta


pensando en aquellos que, no hace tanto,


le besaban el escudo y entregaban las armas


arrodillados.




Desde encima del camello grita el rey negro,


que haga el favor algún buen soldado

de levantar el culo de tierra y hacer un rápido recuento

de raciones de pan.


¡Quién pudiera cruzar el bosque y encontrara una barca!


¡Quién antes de dormirse con el brazo estirado


notara como los dedos poco a poco cortan

el agua del mar!

¡Quién pudiera llegar a palacio y elegir una mujer,

arrancar unas rosas y alargar un ramo!


Baltasar tiene el deseo corriendo por las venas


como si fuera sangre.




Gaspar puede sentir clavados en la espalda

los ojos de algunos pajes que están esperando

una llamada de atención, quizás una mano levantada,


una orden real.


Uno de los hombres canta en medio de un círculo

con la voz más dulce que hayáis escuchado nunca

una canción antigua que el rey tararea

con los labios cerrados.


El paje más viejo se vuelve y comenta


mirando un segundo de reojo hacia el cielo


"parece mentira lo bien que vivíamos


siguiendo una estrella".



Sed buenos. Sed justos. Sed felices.

Abrazos.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Mezki, ladrón (del esfuerzo ajeno). Y una rectificación.





Lo que veis es una captura de pantalla de la web epubgratis.me de esta misma mañana. Como atestigua, y podéis probar pinchando este enlace, un ciudadano que se hace llamar Mezki ha copiado sin permiso algo que no es suyo y lo difunde desde 8 servidores a todo el que encuentre la página en Google, es decir, potencialmente a todo el mundo. También se jacta de su rapidez y se autotitula como monstruo.

Hasta el momento de la captura, apenas unas pocas horas después de colgar el epub, 1.000 personas habían visitado la página. No lo digo yo, lo dice el propio contador de epubgratis.me. Se ve en la foto.

Con esta misma web ya he tenido un par de intercambios. Aquí y aquí los veréis. En ella está colgado, con mi permiso y bendición, un voluminoso ebook que recoge un millar de páginas de escritos. Se llama Zona desdinerizada y recoge todos los textos que ofrezco en mi web. No sólo nunca he protestado por ello, sino que lo he agradecido públicamente, y vuelvo a hacerlo.

Pero Mezki no pidió permiso.

Mezki, por sí y ante sí, se otorgó la autorización para hacer suyo, copiándolo y difundiéndolo urbi et orbi, lo que salió de la imaginación y el trabajo de otro. Para ser más exactos, de quince años de trabajo e imaginación de otro, porque ése es el tiempo que llevo trabajando en los personajes que protagonizan esa novela. Mezki, en suma, no es, o no sólo, un monstruo, como él mismo dice, sino un ladrón del esfuerzo ajeno.

Uno supone que Mezki (¿abreviatura de Mezkino quizá?) no recibió una educación que le enseñara a valorar eso, el esfuerzo ajeno. Tampoco le enseñaron a disponer sólo de lo suyo, y no de lo de otros. Seguramente ni le enseñaron lógica, porque a lo mejor hasta piensa que lo que ha hecho es una "copia privada" que autoriza la ley. Tan privada que este que escribe, que ni sabe quién Mezki es ni tiene el menor interés en saberlo, ha podido acceder a ella para comprobar que en efecto es su libro completo, y que para leerlo hay que ver siempre alguna publicidad (es decir, darle negocio a alguien que a lo mejor no es Mezki, pero seguro que tampoco es ningún indigente, sino una empresa que bien se lucra con toda esta circulación).

Pero en fin, dejemos a Mezki, que probablemente ya no tiene remedio. Es lo que pasa con la educación, o se recibe a tiempo, o ya es difícil subsanarlo.

La cuestión es qué se puede hacer. Veamos.

Calculando a bulto, y suponiendo que sólo un tercio de los visitantes hubieran descargado el libro, 300 ebooks descargados sin pagar y sin permiso (hasta el momento) suponen para el que suscribe un perjuicio de entre 200 y 300 euros que podría haber percibido por su trabajo (del que otros van a servirse, luego algo vale) si en lugar de haberse copiado clandestinamente se hubieran comprado. No es baladí recordar que este título puede adquirirse con pleno consentimiento de su autor por 5,99 euros en solitario o por 2,49 euros dentro de un pack de seis títulos, lo que no me parecen precisamente precios prohibitivos para quien esté interesado en un libro que puede proporcionar unas 20 horas de entretenimiento.

Aquí el autor tiene dos alternativas. Emprender una acción penal contra Mezki y el webmaster de epubsgratis.me. Pero, entre otros problemas, se encontrará con que el Código penal español castiga estas conductas sólo si hay ánimo de lucro, lo que los jueces tienden a interpretar restrictivamente (es una ley penal, in dubio pro reo), exigiendo que se pruebe un pago directo por la descarga que aquí no hay (aunque la presencia de publicidad en el proceso pruebe la rentabilidad de todo el cotarro, globalmente considerado).

Descartado lo anterior, siempre se puede emprender una acción civil por el perjuicio causado por la vulneración del derecho de propiedad intelectual. No es difícil que esa acción prospere (dudosamente es privada la copia, por lo que su ilegitimidad civil es manifiesta). Pero el proceso, entre instancia y recursos, llevará varios años, aparte de unas costas (abogado, procurador, etc.) que superarán con mucho los 300 euros y que cabe presumir que Mezki y sus cómplices nunca abonarán. Se declararán insolventes, por uno cualquiera de los muchos subterfugios que lo permiten ante los tribunales españoles. Quien litigó lo sabe.

En resumen, que el titular de propiedad intelectual está indefenso, y cuando lo plantea, se le dice que es que es imposible protegerle. Seguramente porque su propiedad no es de las que sí valen y sí se protegen, pase lo que pase y cueste lo que cueste. Nadie le dice a Emilio Botín que su propiedad no se puede proteger. (O a Alfredo Sáenz, a quien ha habido que protegerle algo más que su propiedad). Cuando alguien roba un banco, la policía le persigue. Aquí, pura y simplemente, no hay gobierno, ni policía, ni nada.

La selva en estado puro.

Habrá quien piense que Mezki es un bandido romántico, un Robin Hood, o un bandolero generoso de la mitología patria. Pero si ese héroe romántico existiera, no iría a robarle su trabajo a un trabajador que sólo vive de su esfuerzo. Iría por Botín, por ejemplo. Igual que los bandidos de Sierra Morena, dicho sea de paso, no solían robar al marqués (que siempre salía bien protegido), sino al agricultor que iba a vender al mercado el fruto de su sudor. Porque el héroe romántico no lo es tanto: mete mano donde no se la juega, donde se puede y es fácil. Y encima, embozado.

Parece que va a haber un nuevo gobierno pronto. Y alguien, ministro o secretario de estado, que tendrá que ocuparse de esto. Le desafío públicamente a que diga, a la mayor brevedad, qué piensa hacer con este asunto, si es que piensa hacer algo. Éste es el principal motivo de exponer aquí, pública y detalladamente, esta historia de Mezki que no es más que una de tantas.

Y un último desafío para Mezki, ladrón del esfuerzo ajeno. Yo aquí estoy, hablándole con mi cara y mi nombre. Si lo que hace es tan legal, tan legítimo, tan útil a la comunidad y tan benéfico, que no sea vergonzoso, que se muestre con orgullo y me conteste con su nombre y sus dos apellidos. Y que ponga su foto de ahora, no la de ese niño que tiene en su perfil, y cuya imagen, por respeto a la infancia, no voy a poner aquí.

Porque a ese niño, como ocurre con todos los niños, ninguna cuenta puede pedírsele, al angelito, del adulto en que se ha convertido.

Abrazos.

Postdata del 27/11. Un día después, el libro copiado sin permiso ya lleva 1.800 visitas. Los que hacen la página también han considerado oportuno comentar esta entrada. Yo no pretendo polemizar con ellos, así que si queréis leer lo que dicen, lo tenéis aquí. Creo que el tono y talante de algunos comentarios, frente a alguien que es el perjudicado por su acción, y que no empezó esto ni mucho menos, hablan por sí solos. Aclaro que no me dirijo a epubgratis.me, o no preferentemente. Si sigo lo que hacen es porque me parece que es una página de descargas de las más profesionalizadas y porque en ella, junto a comportamientos que no puedo aprobar (y disipo las dudas de algún malévolo, no me bajo nada de lo que se cuelga con arreglo a ellos), también hay comportamientos éticos, que me permiten establecer una comparación y promover una reflexión que, como indica José Luis Benavente en su blog Lector-e, es ante todo pedagógica, o más bien de análisis razonado de un fenómeno. Uno de esos comportamientos éticos es el de quien subió mi ebook Zona desdinerizada, cuyo nick es Adruki, y que aun teniendo el permiso concedido desde mi propia web, se me dirigió y lo obtuvo expresamente, tras someterme su trabajo. Eso es de chapó, y es también epubgratis.me. Mi entrada iba hacia el señor Mezki, que no hizo nada de eso, y al que ahora alguno de sus cofrades me impone el deber de ser yo quien le pida (¿por favor?, ¿en una instancia con póliza presentada dónde?) que retire el libro que nunca debió colgar. Perdonadme pero como se decía antes, pa mear y no echar gota.

Adruki o Mezki. That is the question.

Más abrazos.

Post-postdata del 27/11 por la tarde: Tras un debate interno entre los que hacen epubgratis.me, han decidido, lo que les honra, retirar el libro, por lo que el enlace de arriba, que funcionó durante dos días, y usaron 2.000 personas, ha dejado de estar operativo. Lo ha retirado el propio Mezki, alentado por otros, y tras declarar que nunca me leyó avisa que nunca colgará ni leerá nada mío. Bueno, creo que podré seguir viviendo, como viví hasta ahora sin su lectura, y espero que tanto él como otros hayan entendido que hay cosas que no se deben hacer, aunque sean impunes, que era de lo que se trataba. Les reconozco (cosa que otros no tienen) la capacidad y la dignidad de rectificar, y me disculpo por si fui o soné innecesariamente acre. Simplemente traté de ser contundente y de llamar a las cosas por su nombre, por feo que resulte, que a veces nos perdemos en eufemismos. A ver si la próxima vez alguien piensa que no hay que esperar a que aquel a quien perjudicas te diga que le estás perjudicando para no perjudicarle, y mucho menos imponerle la carga de decírtelo, de tal o cual manera. Si lo he logrado, me daré por satisfecho.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

México lindo






Para esto sirve darse prisa en hacer los ebooks y ponerlos a buen precio. Lo que veis arriba es una captura de hoy de la web de Gandhi, la gran librería (online y offline) mexicana.

El océano ya no nos separa. Viva México.

Abrazos.

martes, 22 de noviembre de 2011

Alcántara





La imagen tiene su historia. Es la salida del cuartel de Monte Arruit del regimiento de caballería Alcántara, en julio de 1921. Partían al encuentro de un enemigo ebrio de victoria ante el que sucumbieron con gallardía, tratando de defender las vidas de sus compañeros. No tuvieron éxito, y de aquella, como saben los lectores de Del Rif al Yebala, quedaron sobre el terreno 9.000 hombres.

Poner esta imagen hoy tiene un sentido de homenaje a quienes dan la cara, y la pierden, mientras otros la esconden. La derrota no es menor, pero ellos salvan la dignidad.

Yo sé por qué lo digo. Y seguro que alguno lo adivina.

Abrazos.

(Por cierto, el cuadro es de Augusto Ferrer-Dalmau, a quien conozco y estoy convencido de que no le importa que lo ponga).

domingo, 13 de noviembre de 2011

Ética periodística





No creo que un intelectual, como suele decirse (si esa palabra sigue valiendo para designar algo), o lo que yo prefiero creerme, un simple cuentacuentos, deba expresar en público a quién va a votar. Tengo en mente la advertencia del escritor serbio Danilo Kiš : el artista que se pone al servicio del poder o lo halaga de cualquier modo, se convierte en bufón.

No debo nada de lo que haya podido conseguir, ni un solo euro, a mi adscripción a ningún partido político. Nunca he pedido el voto para ninguno, ni lo haré. Respeto a los colegas que lo hacen, y que pueden tener sus legítimas razones. Las mías para no hacerlo también creo que lo son. Los he criticado a todos, porque no me gusta cómo están organizados ni cómo adjudican y reparten el poder, y quiero seguir haciéndolo. Y no espero que me den nada. Saludablemente, lo que tengo se lo debo a los lectores, y con ellos espero seguir tratando.

Por eso, nunca he declarado lo que afirma Libertad Digital y, quiero creer que siendo sorprendidos en su buena fe, recogen los de EcoDiario. La única fuente de la que pueden haber obtenido manifestaciones mías sobre las elecciones del 20-N es esta entrevista a El País y ésta a ABC y otros periódicos de Vocento (mismo texto).

Por favor que alguien busque dónde digo que votaré a Rubalcaba. Reitero lo que sí digo. Ni siquiera sé (aún) si voy a votar. Y soy de izquierdas. Y creo que Rubalcaba es un político muy capaz. Pero para una inteligencia media, queda un trecho largo hasta afirmar que he manifestado que vaya a votarle, o colegir que vaya a hacerlo. Lo que haga, insisto, lo guardaré para mí.

Abrazos.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Flanqueados





La imagen que abre esta entrada es bien conocida. Se trata de Eleuterio Sánchez, alias el Lute, flanqueado por dos civiles que representan en ese trance a la ley que lo había juzgado.

Se me ocurre que es la analogía gráfica más aproximada que puedo encontrarle a la imagen que veréis más abajo, y que presenta al autor flanqueado por dos críticos y catedráticos del máximo prestigio, que más de una vez lo han juzgado (y sentenciado).




Bromas aparte, se trata de José María Pozuelo Yvancos y Ricardo Senabre, dos de los críticos más competentes (e incorruptibles) del panorama español, que en múltiples ocasiones se han ocupado de mi obra y en general lo han hecho con indulgencia, lo que no impide que cuando lo creyeron oportuno me hicieran alguna censura. Y para muestra, la reseña de Pozuelo sobre la última novela, Niños feroces. Para que se vea que esto no es vano pasteleo. Quien quiera comprobar cómo Senabre, allí donde halló algo que reprocharme, me lo ha reprochado, no tiene más que visitar mi web y ver, por ejemplo, lo que escribió sobre La sustancia interior.

Celebro que haya críticos de su fuste y su independencia, y por eso los invitamos a esta edición de Getafe Negro, donde se hizo la foto. Allí compartieron su saber con los alumnos de la Carlos III con gran generosidad (para los suspicaces, no se les pagó un euro por hacerlo).

En especial, quiero reconocer la valentía y la sagacidad con que Ricardo Senabre, una y otra vez, ha honrado la regla que prescribió Raymond Chandler al crítico literario: señalar el talento cuando aparece, y no limitarse a elogiarlo cuando se ha vuelto respetable. Son innumerables los autores noveles y desconocidos a los que ha reseñado favorablemente. Uno de ellos fue el autor de Noviembre sin violetas, un librito que vio la luz allá por 1995, a lo mejor os suena.

Abrazos.

P.D.: Para una encuesta personal. ¿Consideráis que el episodio de la muerte de Benjamin es tan consabido como dice Pozuelo y que por tanto narrarlo era superfluo? Lo digo porque mi impresión es que el grueso de los lectores españoles actuales de novelas ni sabe quién era Benjamin, pero me gustaría saber si mi percepción está desenfocada.

martes, 1 de noviembre de 2011

Erst im Chor (sólo en el coro)





Han aparecido más reseñas sobre Niños feroces. Me permito recoger otras tres francamente hermosas y de singular calado (esta novela está resultando afortunada, por lo bonito y lo hondo que es lo que sobre ella se escribe). Las firman Lluís Satorras para Babelia, Gerardo Elorriaga para El Correo y Pedro Crenes para papelenblanco.com (la gentileza de lo que dice me induce a perdonarle que me envejezca en dos años).

Leerlos, y leer otras reseñas anteriores, me recuerda este pasaje del maestro, Franz Kafka, que siempre tengo en mente a la hora de enjuiciarme a mí mismo, y que creo que en este lugar (y refiriéndose a este libro) resulta especialmente pertinente:

Geständnis und Lüge ist das Gleiche. Um gestehen zu können, lügt man. Das, was man ist, kann man nicht ausdrücken, denn dieses ist man eben; mitteilen kann man nur das, was man nicht ist, also die Lüge. Erst im Chor mag eine gewisse Wahrheit liegen.

Es decir:

Confesión y mentira son la misma cosa. Para poder confesar algo, uno miente. Aquello que uno es no puede expresarse, porque eso es uno, justamente; sólo puede comunicarse lo que uno no es, es decir, la mentira. Sólo en el coro puede hallarse cierta verdad.


En fin, aunque no tenga nada que ver (salvo que también se trata de un coro de voces, amalgamadas por el capricho de la memoria), a esta entrada le pongo una banda sonora, la del programa que los amigos de Radio 3 me permitieron diseñar hace un par de semanas, escogiendo y comentando la música que se emitió durante una hora en la emisora. Supongo que me retrata, pero ante todo me apetece compartirla con vosotros.

Abrazos.

domingo, 23 de octubre de 2011

Alguien voló sobre el nido del cuervo (blanco)





Acabó Getafe Negro 2011. Han sido 10 días agotadores pero muy estimulantes.

Me sería difícil destacar alguno de los actos del programa, si hubiera de hacerlo por el interés y el contenido. Todos los que han venido nos han aportado su talento, y cada uno en su estilo y sobre lo suyo nos han permitido descubrir cosas que desconocíamos.

Voy a mencionar cuatro momentos, por razones estrictamente caprichosas y personales.




1. El miércoles 19, cuando pudimos escuchar en el Teatro Federico García Lorca el recital de Mauro Maur, primer trompeta de la ópera de Roma, que acompañado por la pianista Françoise de Clossey (una intérprete a su nivel, esto es, al máximo) tocó, entre otras, piezas de Nino Rota y Ennio Morricone. La pianista logró que el tipo descreído y resabiado que escribe estas líneas se le saltaran las lágrimas cuando atacó, en solitario, esta melodía:




2. El jueves 20, cuando apenas 15 personas, mayoritariamente hombres, asistimos al debate sobre violencia de género entre José María Gómez-Villora (juez de violencia sobre la mujer de Valencia), Miguel Lorente (Delegado del Gobierno contra la Violencia de Género), Inés París (reputada cineasta) y Araceli Santalla (ex maltratada y autora del libro El machismo no es el problema). Confieso que me decepcionó tan baja asistencia a una mesa de tan altísimo interés, que los ponentes, moderados por Carme Chaparro, prolongaron durante dos horas en las que quienes los escuchábamos pensamos sobre todas esas cosas que normalmente dejamos pasar entre tópicos y frases hechas, y que tanto nos conciernen. No sé si fracasamos a la hora de comunicar el acto, si fue la hora (había fútbol, creo, no lo sé ni me importa) o si, y me dolería mucho, sucedió que mi ciudad, donde hay no pocas mujeres maltratadas, y una Casa de la Mujer que me consta que estaba avisada, no estuvo a la altura de lo que se le ofrecía.


3. El viernes 21, cuando escuchamos al jovencísimo Patrick Hennessey (apenas 29 años, y hace cuatro fue el capitán más joven del ejército británico) contarnos sus experiencias de la guerra de Afganistán. Conmovedor su retrato del ex combatiente que regresa a casa de un conflicto que el grueso de sus compatriotas no han compartido (a diferencia de lo que ocurría con los que volvían, por ejemplo, de la Segunda Guerra Mundial): "Ese hombre que bebe solo en la barra del bar donde nadie le comprende". O su reflexión para la generación de sus mayores: "Nosotros hemos conocido el combate y el horror de los que ellos se vieron exentos".


4. El sábado 22, cuando pudimos disfrutar de la inteligencia de dos grandes escritores, el napolitano Maurizio de Giovanni y el suizo de Belinzona, en el Ticino, Andrea Fazioli. Los dos igualmente ingeniosos, emotivos y profundos. Qué placer escucharlos en su italiano pausado y diverso, pero tan asequible que casi no hacían falta las intérpretes.


En fin, y a partir de hoy, a por el de 2012. Yo me pongo otra vez a Morricone. Françoise me dijo que ha grabado recientemente su versión para piano y que pronto estará a la venta. No dejéis de escucharla, cuando salga. Lloraréis también, salvo que vayáis por ahí sin corazón... Como aperitivo, aquí va un vídeo que alguien le grabó en una actuación en Italia.



Abrazos.

lunes, 17 de octubre de 2011

Getafe Negro 2011





Ya estamos en marcha. Getafe Negro 2011, con Italia y Suiza (a través del cantón italoparlante del Ticino) como países invitados. Arrancamos el viernes 14 con una inauguración de lujo, el inteligente y elegante escritor y magistrado (y ahora senador) Gianrico Carofiglio.




No voy a hacer la crónica porque la ha hecho (estupendamente, como siempre) la amiga Alice Silver. La foto de arriba también es suya.




Y el domingo 16 entregamos a David C. Hall, como autor de Barcelona Skyline, su Premio Ciudad de Getafe de Novela Negra, y a Victoria González, hija de Francisco González Ledesma, su Premio José Luis Sampedro, a toda una trayectoria de escritura y humanismo.





Son días de mucha tarea, así que no me extiendo más. Os dejo el programa.

Hasta el día 23, en Getafe. Disfrutadlo, si podéis (y queréis).

Abrazos.

sábado, 8 de octubre de 2011

Isla Negra (donde el poeta)





Espléndida mañana en la casa de Neruda de Isla Negra, a donde se ha trasladado hoy el festival Santiago Negro (que me honro en comisariar junto al escritor chileno Ramón Díaz Eterovic, con el apoyo e impulso de Hortensia Campanella, Francisca Rivera y todo su equipo desde el Centro Cultural de España en Santiago de Chile).




Los autores Roberto Ampuero (Chile), Claudia Piñeiro (Argentina) y Ángel de la Calle (España) han construido un hermoso y enriquecedor diálogo sobre las relaciones entre palabra e imagen, literatura y cómic (y cine). Cuando uno organiza algo así y lo ve fluir y hasta qué punto puede resultar fecunda y grata la experiencia, se convence de lo importante que es propiciar espacios donde la gente que tiene que decir diga y donde la gente dispuesta a escuchar escuche. Y uno piensa en todos los que viven ayunos de este alimento para el espíritu, y en todos los que maniobran para que sólo consuman y demanden subproductos. Es reconfortante estar en esta batalla por extender el conocimiento y la sensibilidad (en el caso de Santiago Negro, festival iberoamericano, de orilla a orilla) pese a todos los escollos, escaseces presupuestarias y demás molinos de viento que se oponen en el camino de la gestión cultural.




Gracias a estos amigos y al público chileno, iré para Getafe, donde tenemos el Getafe Negro del 14 al 23 (programa, aquí) con las pilas bien recargadas. Y además, estoy seguro de que al poeta le habría gustado escuchar lo que se dijo esta mañana. Era ávido lector de novelas policiacas.

Abrazos.


viernes, 7 de octubre de 2011

Por qué escribo





Hay muchas razones, pero ésta es de las buenas. Escribo porque de pronto, con un libro en el que uno se arriesga, un libro que seguramente no será de los más vendidos, pero en el que uno ha puesto un trozo del corazón y ha apostado fuerte y fuera del camino trillado, vas y te encuentras un lector como el que sabe ser Tino Pertierra en la reseña sobre Niños feroces que acaba de aparecer en la revista Mercurio (número de octubre, cuya portada abre esta entrada). Me limito a transcribirla:


IMPLACABLE CAZADOR DE PALABRAS

Lorenzo Silva se va a la guerra. Campo de batalla: las palabras y las historias que parecen ficción pero no lo son. Niños feroces apunta alto y apunta bien. Novela que hurga en las heridas incurables del horror, y ensayo disimulado (o no) sobre el oficio de escribir. Describir con páginas acribilladas por el rigor y la pasión por narrar. No hay humano completo sin la noción del horror: textual. Y la literatura (oral, coral y valientemente moral) sirve, entre otras cosas, como vendaje: llamar las cosas por su nombre es un alivio. Como si de una muñeca rusa se tratara, la novela da voz a un hombre que habla a través de otro hombre que habla a través de un adolescente que habla a través de un niño. Juegos de arte y oficio: reescritura de vidas truncadas a través de la imaginación. Imagina la historia para contar la verdad. Y desterrar las mentiras de la Historia. Silva se pertrecha con armamento de primera calidad: todos esos escritores que viajaron al corazón de las tinieblas. El pánico. El frío en la nuca. Lección de vida: lección para cualquier escritor que no quiera ser derrotado por la vanidad. Niños feroces está anclada en el presente (ese presente de botellones y feisbuks, de torrentes y youtubes, de petardas y ronaldos). Y a partir de ahí, desde la sensación de extranjero carcomido por la nostalgia del veinteañero Lázaro, se enlaza con el pasado para mostrar un episodio poco conocido: los españoles que combatieron con las SS después de que Franco le diera la patada a Hitler, y que terminarían defendiendo Berlín junto a los niños alemanes. Feroces niños. El contador de historias del presente encuentra la inspiración y la transpiración en un soldado del ayer. El arte de la guerra, el arte de la escritura: se necesita puntería, coraje y lucha. El escritor de la novela es, al principio, un hombre sin atributos literarios porque lo que escribe le suena a falso. A fraude. Y a los pocos folios se queda sin munición. Cuando el destino le pone en contacto con un Lázaro que ejerce de maestro, las brumas empiezan a clarear. Lázaro, el joven, es víctima de uno de los males de nuestro tiempo: “todo a sorbitos”. Un relato fragmentario de la realidad. Y Lázaro, el mayor, entrega al discípulo una historia en la que tener fe. “Las historias no se le ocurren a uno. Se encuentran”.

Encontrada la historia, y siguiendo los consejos sabios del maestro (sed concretos, la abstracción es la madre de todos los coñazos, no tienes que gustar al lector, tienes que perturbarlo), el narrador/ guerrero se lanza a la pelea con un compromiso: contar la historia completa. Sin traicionarla. Y Silva lo acompaña siguiendo los consejos de guerra (real y literaria) que acoge la novela, por cuyas páginas fluye la actualidad más incandescente: la muerte de Sabato, el derribo de las Torres Gemelas… El hoy que escupen los teletipos se enlaza con el ayer de las carnicerías en la Segunda Guerra Mundial. “No dejes nunca de disfrutar del placer de tener un deber”. Silva sigue a rajatabla ese consejo y disfruta del placer de escribir sin palabras de fogueo. Sus Niños feroces son las víctimas de un holocausto de ayer y hoy, viejos villanos por nuevos villanos, reflexiones a pie de calle de lo que está sucediendo, muchas dudas y muchas preguntas con las que alimentar esa inmensa, sobrecogedora y devastadora conversación que es Niños feroces: la grandeza, que diría Walter Benjamin y que recuerda Lázaro y que cuenta Silva, es el eterno silencio que sobreviene tras haber conversado, y eso es lo que el autor alcanza con su obra más compleja y completa, con su obra más arriesgada y combativa, cuerpo a cuerpo y bien calada la bayoneta.



Claro que me gusta que sea favorable. Pero me gusta mucho más que esté tan hermosamente escrita. Creo que nunca (y llevo 16 años publicando) me habían hecho una reseña tan bella.

Abrazos

lunes, 19 de septiembre de 2011

Armados y peligrosos





Aquí están ya. Desde hoy, 20 de septiembre, en las librerías. Lo que abre esta entrada es la parte posterior del libro. La portada ya la puse hace unas semanas, pero la reitero:




En esa entrada de hace unas semanas explico con cierto detalle lo que es Niños feroces.

No hay mucho más que añadir. O sí, que ya ha recibido estas apreciaciones por parte de la crítica:

"Soy incapaz de explicar por qué ocurre, pero Niños feroces se lee con el interés de las buenas historias, con curiosidad por entrar en el fondo complicado de tipos humanos ricos y diversos, por saber la trama enrevesada de pasiones que han tejido la historia española y universal penúltimas y por asomarnos a los horrores (y alguna grandeza) de nuestra especie (...) Estamos ante una novela (...) que suma a su amenidad una propuesta abierta al lector para que reflexione sobre el encallecido misterio que llamamos vida. En ella se percibe además la ambición de los grandes escritores por forzar sus posibilidades y conseguir un artefacto complejo en la forma, denso de pensamiento, lúcido en su alcance moral a la vez que narrativamente muy comunicativo".

Santos Sanz Villanueva, El Cultural.


"Silva logra forzar los límites de la novela como género, adentrándose en la originalidad de la crónica minuciosa y matizada de los terribles hechos de un pasado no tan lejano. Esos "niños" airados y armados que son el el fondo los adultos soldados, y que dan título al libro, suponen el fin de la inocencia, la muerte de la ingenuidad, arrastrados por un vendaval bélico. Una emocionante novela de aventuras, logrado relato moral, con buena ambientación y documentación histórica, acierto pleno en el perfilado de personajes, absorbente ritmo y una conseguida objetividad conformarían los caracteres de este libro".

La Razón

Si queréis leer las reseñas enteras, podéis ir a El Cultural y a La Razón. Así podréis ver que la primera, pese a ser globalmente elogiosa, contiene un par de reservas formales que, con todos mis respetos al crítico, que me consta que es honrado y de fuste, no comparto. Pero eso es la sana subjetividad humana. A ambos les agradezco su atención y sus palabras.

Tengo un par de noticias más que dar sobre esta novela. Quienes vayáis a comprarla a La Casa del Libro, que ha decidido hacerle una promoción especial, recibiréis esto de regalo:




El contenido, valga lo que valga, ya estaba en ebook, pero después de sostenerlo en las manos aseguro que el objeto físico, producido para esta ocasión (única), es de una inusual belleza. O eso me parece a mí, que quizá no soy muy ecuánime.

Y por último: Niños feroces está ya disponible, desde el primer día, en todas las tiendas electrónicas habituales, en formato ebook. Por 9,99 €. Redondeando, la mitad de precio que el libro físico, y bastante por debajo del promedio de precio de mi editor para las novedades en ebook (y prometo hacer para bajarlo más lo antes posible).

Eso sí, quienes compréis el ebook en vez de la edición en papel dejaréis pasar un objeto valioso, por culpa de dos atroces erratas cuya corrección llegó tarde a la imprenta:

- Página 131: una espantosa "hoquedad" con H de horror, que se coló en la fotocomposición.

- Página 298: en la primera línea falta la expresión "la Orden Negra", antes del verbo "trataba". Su falta hace creer al lector que la división SS Hitlerjugend combatió en Rusia, lo que es inexacto. Tuvo su bautismo de fuego en Normandía en junio de 1944.

En el ebook y en ediciones ulteriores ya aparecen corregidos ambos deslices, así que, bibliófilos (si queda alguno), no dejéis escapar esta primera edición, para escarnio del autor.

Anécdotas aparte, me alegra que el libro esté ya aquí. Espero que lo disfrutéis y quiero expresar mi agradecimiento a todas las personas que han contribuido a que estos niños feroces lleguen (pese a esas dos pequeñas taras, que sólo nos angustian a los maniáticos) tan guapos y tan bien peinados a las mesas y los estantes de las librerías.

Abrazos.