jueves, 31 de diciembre de 2009

Ognissanti





Es una pequeña iglesia que se levanta en Florencia, a pocos metros del Arno, en la plaza del mismo nombre. Está anexa a un convento franciscano, y como su nombre alude se dedicó a todos los santos, en especial a los anónimos y desconocidos. En ella reposan los restos de Sandro Botticelli, del que también se conserva allí un cuadro que merece la pena ver, un retrato de San Agustín en su gabinete.



Aparte de todo esto, les resultará conocida a quienes hayan leído El ángel oculto hasta el final. Allí sucede en buena medida el desenlace de la novela, que no debo revelar para los que no hayan emprendido aún la lectura o habiéndolo hecho no la hayan concluido.

Volver a Florencia y no volver a Ognissanti era imposible. También quería descubrírsela a mi mujer, Noemí, lo que tiene para mí un especial sentido. Nada mejor para cerrar este 2009 y desearos lo mejor para el 2010. Y si alguna vez vais por Florencia, no os la perdáis.

Enfrente de la iglesia, por cierto, hay una curiosa estatua de Hércules, como puede apreciarse en la foto.




Y en el claustro contiguo a la iglesia, una joya sin paliativos: el Cenacolo (es decir, La Última Cena) del insuperable Ghirlandaio.




En esta representación del último banquete de Cristo con sus discípulos se inspiró Leonardo da Vinci para su famosa versión del mismo motivo, que se conserva en Milán y que por culpa de Dan Brown hay que reservar entrada con semanas de antelación para poderla ver. En cambio, la de Ghirlandaio (es decir, el original) no la va a ver casi nadie. Y es gratis.

Y a unos pocos cientos de metros, está Santa María Novella, también repleta de frescos de Ghirlandaio. Otra buena recomendación.




En fin, feliz 2010. Empezadlo con buen pie.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Al fin (otra postal navideña)





Después de haber visitado Milán cuatro veces, al fin pude ver el Duomo en todo su esplendor, es decir, sin andamios. La verdad es que ha merecido la pena. Lo han dejado deslumbrante.

Quizá tenía que esperar a esta ocasión para poder verlo así. Porque en este viaje iba con alguien que en Milán tiene sus raíces, pues de allí vino quien le dio uno de sus apellidos. Alguien que visitaba por primera vez la ciudad, con la emoción que puede imaginarse.

Es hermoso redescubrir a través de los ojos de otro lo que ya viste antes. Y en este caso, también, ver por primera vez en toda su belleza una de las catedrales más soberbias de Europa.




Pues nada, otra postal de Navidad. Así, hasta dan ganas de celebrarla.

domingo, 20 de diciembre de 2009

jueves, 10 de diciembre de 2009

Coll de Belitres





El paraje está pasado Portbou, un pueblo verdaderamente impresionante, que a su emplazamiento de abrupto contraste (encajonado entre las montañas y el mar) une un aire fantasmagórico, el que le proporcionan los abundantes rastros de su antigua condición fronteriza (entre la España autárquica y la Europa sacudida por los vientos del siglo, desde la ocupación nazi hasta el Mercado Común). Una condición que quedó pulverizada tras nuestra adhesión a la UE. Portbou fue el límite entre dos mundos, lo que sin duda generó una vida compleja y buena parte del movimiento que debió de haber en otro tiempo en sus calles. Ahora ya no marca nada, o casi nada, y dondequiera que uno mira se topa con edificios vacíos.

Pero el Coll de Belitres, lo que sale en la imagen, es otra cosa. Por él pasaron los 100.000 fugitivos del descalabro republicano. La foto está hecha desde España, pero al otro lado ya es Francia. Para toda aquella gente, el exilio, en muchos casos definitivo. Continuando por esa carretera, al cabo de un buen rato, se encuentra Collioure, un pueblo de apabullante belleza, con su iglesia asomada al mar y su fortaleza medieval abrazada por dos ensenadas. Allí terminó el viaje Antonio Machado, en unos días azules y bajo el sol de su infancia.

El lugar (me refiero al Coll de Belitres, esa raya invisible y que lo fue sin retorno) sobrecoge. Y más si llega uno y no hay nadie, o casi nadie. Qué atronador, su silencio.

Podría haber puesto otras fotos, después de unos días en el Alt Empordà. Pero las del cabo de Creus y las de Port Lligat se me borraron. Quiso sobrevivir ésta. Por algo será.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

My Plug-in Baby





Anoche estuve en el concierto de Muse en Barcelona. Uno de esos espectáculos que merecen la pena, de verdad. Qué maravilla que haya gente con ese talento y esa capacidad de mostrarlo sobre un escenario. Reconcilian con la música pop y hasta con el show-business, que no es poco.

Eso sí, el cascarrabias que llevo dentro (será la edad) encontró alguna pega. Podéis leerlo en la crónica que hice para elmundo.es.

Y una muestra de lo omitido, para que os sirva de banda sonora.


Abrazos a todos.

domingo, 22 de noviembre de 2009

No es un número





Leo un artículo en el Diario Vasco donde se refieren a Chamorro, la compañera de Bevilacqua, como un "número" de la Guardia Civil. Quede claro, ante todo, que esa palabra ya no se usa. Lo que veis en la foto de arriba es UNA GUARDIA. Los números son cosa del ayer.

Por otra parte, hace tiempo que Chamorro ha ascendido. En los cuatro últimos libros era cabo, y en el sexto, que es la quinta novela y que saldrá como ya avisé aquí en 2010, ya es sargento. (Y Bevilacqua, por cierto, brigada). No es "una subordinada", como la retrata el artículo: es una investigadora criminal experimentada, con una responsabilidad que asume y desempeña con solvencia. Eso sí, como casi todos en este mundo, incluido el propio Bevilacqua, tiene jefes. Lo que no la disminuye como personaje. Al revés.

Nada de número, pues. Guardia durante un tiempo. Luego cabo. Y a partir de ahora, sargento. Ponedle a la chica de arriba en la hombrera el galón de debajo. Y eso es.



Conste y que nadie se atreva a degradármela.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Feuer frei!





Lo que significa en alemán "fuego a discreción", y que da título a una de las más apabullantes canciones del grupo Rammstein. Este servidor de todos vosotros tuvo la ocasión de vivir anoche el arranque de su gira en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, donde uno de los momentos culminantes fue justamente la interpretación de ese tema.




Lo he contado con más detalle para los amigos de elmundo.es. Podéis leerlo aquí.

domingo, 8 de noviembre de 2009

This Is It (our apologies, Michael)





Confieso que cuando me enteré de la muerte de Michael Jackson, y de la causa probable del luctuoso suceso, pensé que era el triste acto final de un ser que así completaba un declive iniciado mucho antes y sostenido imparablemente a lo largo de la última década.

Confieso, también, que cuando lo vi llegar en aquel avión, hace unos años, para ser fichado por la policía y enfrentarse a los cargos de abuso de menores presentados contra él, pensé que era el justo escarmiento que la megaestrella malcriada recibía por haberse creído por encima de los demás mortales y haberse abandonado a sus morbosas inclinaciones.

De esto último ya me arrepentí cuando el niño supuestamente víctima de estos abusos los desmintió, hace poco, y declaró que la denuncia había sido una extorsión urdida por el padre.

Y de todo lo demás me he arrepentido al ver This Is It, la película que recoge los ensayos de la que iba a ser su inminente gira mundial. MJ no estaba en ningún declive, sino en su plenitud como artista y en la cota más alta de su nobleza como ser humano. Zarandeado por la adversidad y el dolor, a sus 50 años, había reemplazado la fuerza de su juventud por la sabiduría deslumbrante del genio más completo que nunca haya dado el pop. Seguía siendo un bailarín excelso y un músico soberbio. Y su película, además de una lección sobre la exigencia y la intensidad que requiere la creación artística, es un regalo, un derroche de amor al arte y al prójimo. Aún podéis verla durante unos días. No os la perdáis. Aparte de la formidable película argentina El secreto de sus ojos, es lo más bello y emocionante que puede verse ahora en nuestros cines.




Perdónanos, Michael, porque no sabíamos lo que hacíamos.

jueves, 29 de octubre de 2009

Bolševikova Slabina





Más o menos así es como se dice en checo La flaqueza del bolchevique, el título de la novela que acaba de traducir y publicar en ese idioma la editorial Garamond. La verdad es que ya me hizo mucha ilusión que saliera en ruso (el primer idioma al que se tradujo), pero no puedo olvidar, quizá caprichosamente, que esta a la que ahora se vierte era la lengua a la que Milena traducía a Kafka. Espero que me dejéis celebrarlo, y hasta conmoverme un poco.

Abrazos.

lunes, 26 de octubre de 2009

Santiago Negro / Getafe Negro





En fin, puedo explicar esta vez por qué llevo semanas sin pasarme por el blog. Del 13 al 19 de octubre estuve en Santiago de Chile, en mi calidad de comisario español del primer festival Santiago Negro. Un acontecimiento memorable, qué voy a decir yo. El magnífico equipo chileno del festival, y el impulso del director del Centro Cultural de España en Chile, Andrés Pérez Sánchez-Morate, y la inteligencia del comisario chileno, Ramón Díaz Eterovic, lo hicieron posible. Y mis estupendos cómplices españoles, no quiero olvidar a ninguno: Juan Madrid, Andreu Martín, Juan Bolea, Domingo Villar, Kama Gutier y Mercedes Castro. Sobre cómo salió, escuchad a los chilenos, navegad por la blogosfera. Yo debo callar aquí.

Y del 21 al 25, con sólo un día en medio para venir y pasar el jetlag, Getafe Negro. De éste voy a decir menos aún. Mirad los blogs, la prensa, etcétera. Sólo resaltaré la profesionalidad, inteligencia, simpatía y amenidad de mis colegas suecos, con los que aparezco en la foto de arriba (bueno, con los más jóvenes de ellos). Vinieron Maj Sjöwall, Thomas Kanger, Asa Larsson, Mari Jungstedt, Jens Lapidus, y la viuda (moral, que no legal, de Stieg Larsson), Eva Gabrielsson, que supo emocionar durante dos horas a 200 personas.

Hasta nos sacaron en la tele:




Para cerrar esta entrada, una foto de la performance inaugural de Santiago Negro, con los dos comisarios atados y sometidos a hábil interrogatorio por unos despiadados policías (por suerte, eran actores, y los puñetazos fingidos, pero cantamos igual).



Abrazos fatigados pero felices.

domingo, 11 de octubre de 2009

El videojuego al revés




Bueno, y he aquí otro libro, que es cualquier cosa menos un libro más. Es el primero que escribo junto a mi hija Laura, a partir de una idea y un argumento 100 por 100 suyos, sobre el que trabajamos ambos juntos para darle forma a un texto que ha ilustrado con su elegancia, su luz y su delicadeza de siempre la simpar Violeta Monreal.

Abajo una imagen de los felices escritores. En cuanto al libro, acaba de aparecer. Espero que lo disfrutéis, sobre todo los que tengáis pequeños en casa. Y en cuanto a los grandes, a mí me ha servido para aprender, sobre todo cómo ven ellos los videojuegos, y cómo éstos van nutriendo en ellos un imaginario que no tiene por qué ser nocivo.


Más info, pinchando aquí. Abrazos a todos.

sábado, 3 de octubre de 2009

Kafka On The Road




La foto está hecha en un área de servicio de Gavà, muy cerca de mi casa barcelonesa. Tiene su punto, aunque si uno lo piensa bien, tampoco es tan improbable que haya un checo que se dedique al transporte y tenga ese apellido.

He estado dos meses sin pisar el blog. Tenía un buen motivo, que me alegra compartir con quien pueda dejarse caer por aquí. Estaba en el camino, como el camión de la foto; en parte en sentido literal, y en parte en sentido figurado, terminando una novela. Ya está lista. Se llama La estrategia del agua y es la quinta de Bevilacqua. Si el editor se atiene a su programa, el 4 de marzo de 2010 en las librerías.

Abrazos a todos.

domingo, 2 de agosto de 2009

Baelo Claudia - El puente




Algunos la conocerán. Está en plena playa de Bolonia, en Cádiz. Era una ciudad bastante aparente, con su teatro y todo, y también el puerto del que se partía hacia Tingis, la capital de la Mauritania Tingitana, cuando ambas orillas del estrecho donde se abrazan el Mediterráneo y el Atlántico eran la misma cosa, Roma. Al fondo en la foto, aunque algo borroso (justo encima de las adelfas), se ve África.

En la foto de más abajo, tomada desde un mirador cercano a Tarifa, se ve mejor. A la derecha, el Yebel Musa (o monte de Muza), el compañero del otro lado del peñón de Gibraltar (o monte de Tarik). Antes de llevar el nombre de dos moros, estos pedruscos insignes eran las famosas columnas de Hércules de los antiguos. Lo que se ve a la izquierda en la foto, esa ciudad blanca con otro monte adosado, es Ceuta, un trozo de España al otro lado del agua.


Siempre que me asomo a este balcón, a esta calle de agua entre Europa y África, imagino un puente encima. El día que exista, el día que las dos orillas se conecten a través de una vía física (aunque sea de peaje) éste será otro mundo. Para mí, mucho mejor. Pero otros, y demasiado poderosos, temen ese momento. Ojalá no nos impidan llegar a verlo. Mientras tanto, en su homenaje, ahí va otra foto: Gibraltar, con un animal mucho más sabio que ellos.


jueves, 2 de julio de 2009

Elegy






El otro día, de pronto, me acordé de una música. Hacía muchos años que no la oía, que ni siquiera pensaba en ella. Pero durante una época, allá por mi adolescencia, la escuchaba casi a todas horas. La puse muchas veces, y acompañó por igual los sueños y los reveses de aquel muchacho que era yo y al que por tanto me abstendré de calificar. Es una canción (o no, porque se trata de una pieza instrumental que no canta nadie) sobre lo perdido, y quizá por ello estuvo más presente en mis añoranzas que en mis éxtasis. Pero ahora he descubierto algo. Por aquel entonces era muy poco lo que yo había perdido, y la emoción que sentía al escucharla era, en realidad, un presentimiento. El de aquel día que llegaría en el que serían más, y más significativos, los quebrantos, las decepciones y las ausencias. En el que sí que sumaría en mi cuenta pérdidas de las que importan y afectan a las personas. 

Cuando la he recuperado, ahora, ya es el día. He perdido cosas que me importaban. Ya no está mi abuela, por ejemplo, ya no tengo la inocencia confiada de otra época, ni otras ingenuidades que sería fatigoso y acaso improcedente detallar. Unas las perdí, otras me las quitaron.

Pero conservo las suficientes como para conmoverme al oír esta música. Y al hacerlo mi memoria me devuelve todo aquello que se fue, y a todo rindo el debido homenaje. Pero distingo entre lo que dejó huella, y lo que quedó en nada. El tiempo decanta, fija el peso de las cosas. Y también, es crudo decirlo, el de las personas.

Me conmueve, pero, contra lo que creía cuando era más joven, no me entristece. Quizá porque he sabido ganar algunas cosas mientras perdía las otras. Y porque creo en el presente, y en la fuerza que para él te da lo que ya no tienes, pero tuviste, y te hizo lo que eres, siempre que aceptes que es parte de la humana condición irse dejando a uno mismo por el camino.

No lo he dicho, algunos lo sabrán. La canción es Elegy, del grupo británico Jethro Tull, dirigido por el fabuloso e incombustible (sigue dando guerra) juglar escocés Ian Anderson. Un hatajo de genios que ponen en ridículo a algunos de los que hoy se dicen, y se creen, estrellas del pop.
 
He puesto arriba el vídeo en directo por el detalle de Ian recordando al compositor de la pieza, David Palmer, ya fuera del grupo en la fecha de ese concierto (y que tampoco existe ya como hombre; se sometió a una operación de cambio de sexo en 2004 y ahora es una mujer, Dee Palmer). Quien quiera oír la grabación de estudio, pinche abajo:



Salud. Y no tengáis miedo de perder, que eso somos, y así, paradójicamente, también nos vamos ganando.

A los daneses les gusta




O eso dice la reseña de "El alquimista impaciente" en la revista Litteratursiden.dk. Para los afortunados que puedan leer el idioma, la crítica está aquí.

Los demás podéis echaros unas risas con el traductor danés-español de Google. Haced la prueba, basta con meter el título en el buscador y cuando salga esa página, pedidle traducir.

Y más risas con Bevilacqua en idiomas extraños en este video:


 

Juro que no sé quien lo hizo ni por qué. Pero ahí está. Para quienes no lo sepan, Tödlicher Strand es el título de la traducción alemana de El lejano país de los estanques.

martes, 30 de junio de 2009

Viva Franco




Que no cunda el pánico, no he abusado de ninguna sustancia, ni analgésica ni de otro tipo. El Franco al que me refiero es el que encarnó Manuel Alexandre (en la foto), dirigió Roberto Bodegas y escribimos entre Antonio Onetti y un servidor. Pese a contar con el mencionado en último lugar, notorio y desaprensivo amateur en materia televisiva, el talento de los demás miembros del equipo ha permitido que la película para televisión "20-N. Los últimos días de Franco", producida por Mundoficción para Antena 3 Televisión, se alzara anoche con el Premio a la mejor TV Movie de 2008 de la Academia de las Artes y Ciencias de la Televisión (creo que se dice así, ya digo que yo soy un intruso). Y había competencia, ¿eh?

Premios aparte, fue un placer trabajar con Antonio, Roberto y los demás. Da gusto meterte en una historia interesante, con gente inteligente y competente, aprender un huevo, y que encima te lo premien. Con un 20 por ciento de audiencia cuando se pasó, y con este reconocimiento profesional ahora. A veces, la verdad, no puedo quejarme de mi suerte.

Quería que lo compartierais aquellos que os alegraréis. Y los demás también, qué narices. Abrazos a todos.

jueves, 25 de junio de 2009

Sweet 33


Hoy alguien cumple años. Ya que este mes no ha sido (decididamente) el de este blog, porque otras cosas me han acuciado (y no siempre para mal), quede al menos constancia de la fecha y aprovecho para dedicar unos regalos que espero que lo sean también para quienes por una u otra razón caigan por aquí.

Son los músicos que en este momento más me llegan.  Y sé que a ella también le han de llegar. 

Comencemos con Muse:




Sigamos con Rammstein (en compañía de Sharleen Spiteri):





Y para terminar, este hombre, otra vez. Porque vivir es rebelarse contra la muerte.




Tengo algunas cosillas pendientes de traer aquí. A ver si el mes que viene. Abrazos a todos.

jueves, 4 de junio de 2009

Sin ti no entiendo



Hoy me toca regalarle algo a alguien. Podría haber sido otra canción, aunque creo que sólo podía ser, hoy y aquí, este cantante. La canción es la mejor que compuso jamás Serrat. El cantante es el que mejor supo cantarla. Por eso, y por aquella para quien va, lo elijo a él.

No lo hubo igual. Sé que lo disfrutaréis. 

jueves, 28 de mayo de 2009

Otro Negro



La geografía del género negro tiene a partir de ahora otro punto insigne, lejano en el espacio pero cercano en el corazón para quienes vivimos en España.

No sé vosotros, pero yo creo que esto es hacer Hispanidad, ir levantando y extendiendo el territorio de La Mancha o como queráis llamarlo. En cualquier caso, una buena alternativa para hacer más humano, diverso y divertido este áspero siglo XXI.

Me alegra mucho estar detrás de la jugada, con un estupendo equipo en el que se encuentra Ramón Díaz Eterovic como co-comisario chileno y la gente del centro Cultural de España en Chile, el Centro Cultural Estación Mapocho, la Biblioteca de Santiago y la Universidad Diego Portales.

Más detalles, aquí

martes, 26 de mayo de 2009

Levantando cubiletes





Lo decía de forma ingeniosa el domingo pasado David Gistau en las páginas de El Mundo. Lo cito de memoria, así que puede variar algún matiz: "Cuando un político y un militar levantan cubiletes, ya se sabe a quién le toca el garbanzo". Les pasó a los médicos militares de Trebisonda y le pasará al jefe de Hoyo de Manzanares. Lo que no encubrirá la certeza de que el ex ministro Trillo no debe volver a serlo nunca más de nada, ni el hecho de que la actual ministra tardó demasiado (la noticia circulaba por ahí dos días antes de que el Ministerio la reconociera y afrontara) en reaccionar ante el brote gripal en el cuartel madrileño. Es un pecado venial, comparado con la falsificación de identidades de cadáveres, pero no deja de ser un desliz, en la misma semana en que juzgaba tan duramente a su antecesor. Ahora tiene una oportunidad de no reaccionar como él, poniendo al uniformado delante para llevarse los tiros. ¿Qué hará?

Por lo pronto, como muestra una foto que dio la vuelta a los tres ejércitos, ya sabemos lo que hace cuando de repente aprieta el calorcillo y le molestan la gabardina y el bolso:



¿Para eso está una capitana del ejército del Aire, a la que cuesta cientos de miles de euros del contribuyente formar? Ay, el talante y la igualdaz.

(Añadido del 28 de mayo: en honor de la ministra, y sin perjuicio de otras cosas. Ha comparecido en el Congreso y no llevaba la cabeza de ningún militar en una bandeja. Hasta cierto punto, se ha comido el marrón. Lo que la honra, desmiente el pronóstico suspicaz y les da a otros algo que aprender.)

Por cierto, sobre Gistau: fisgando por Internet he descubierto que recurre una y otra vez a la metáfora del levantamiento de cubiletes (lo que no la menoscaba, es buena), y también que otras veces no anda tan atinado. Si tenéis curiosidad, observad este intercambio con el hermano de José Couso, el periodista español asesinado en Irak. El hermano tiene más razón que un santo, sabe bien de lo que habla (lo digo porque para eso uno se pasó un año trabajando con un militar de Caballería en un libro sobre Irak), y David queda como un opinador frívolo. Pero esto es así, quien tiene boca se equivoca. Lo malo es que lo hagamos, y ninguno de nosotros está exento, en cosas que causan tanto dolor a otros.

miércoles, 20 de mayo de 2009

No entiendo ni castaña





Pero mola. Ésta es la edición danesa de "El alquimista impaciente", que acaba de aparecer. Es muy reconfortante que diez años después de escribirlo un libro siga dando guerra. Incluso, es curioso, esta historia está más vigente entonces que ahora. Porque habla de la vana ilusión de riqueza rápida (y a menudo poco ética) en la que vivió este país durante tantos años, y que ahora ha desembocado en una escombrera de la que urge salir improvisando modelos alternativos.

El único modelo es el trabajo, la formación, la integridad y la responsabilidad. Eso que tanto nos ha faltado y nos falta, todavía. Pero bueno, que viva Dinamarca. Donde algo olía a podrido, cuando Hamlet, pero ahora más nos lo podríamos aplicar por aquí.

miércoles, 13 de mayo de 2009

BT a la mierda





No, no te lo digo a ti, amable lector. Lo dice el título de este libro (pero tampoco a sus lectores, que conste) haciendo un juego de palabras con las siglas BT, de Barcelona Traction, la empresa de nacionalidad canadiense, antecedente de la actual FECSA, que llevó a cabo la electrificación de Cataluña en los primeros años del siglo pasado. La novela cuenta cómo un astuto hombre de negocios (y ex pirata, según sus enemigos), don Juan March Ordinas, se hizo con todos los activos de la empresa instando su quiebra en un juzgado de Reus a cuyo titular tenía en nómina. De ahí salió FECSA, precisamente, y ése fue el comienzo de un culebrón judicial internacional que acabó con una demanda de Bélgica (país donde tenía su domicilio la sociedad accionista de BT) contra España ante el Tribunal de La Haya. El pleito lo ganó España por falta de legitimación activa del estado belga, ya que según el Tribunal quienes podían haber objetado la quiebra de BT decretada en España eran los canadienses, cosa que Juan March impidió hábilmente contratando los servicios jurídicos del bufete de abogados que tenían los dos hijos del primer ministro del país norteamericano.

El libro, magníficamente documentado, es la sorprendente obra de un novelista primerizo y doctor en economía que ha dedicado una buena pila de años a estudiar la historia de la Barcelona Traction, rastreando en los archivos de varios países. Podríamos describirlo como un thriller histórico-empresarial español, narrado con un pulso y un instinto admirables, que resulta asequible al profano y no defrauda al experto. Un libro que es una rara avis en nuestras letras, y a la vez, una de las mejores novelas españolas que este que suscribe ha tenido oportunidad de leer en mucho tiempo. Destacables sobre todo los personajes del honesto y a la postre manipulado ministro Suanzes y del maquiavélico y gélido Juan March; dos de esos tipos redondos que atesora nuestra Historia y que la literatura española sistemáticamente desaprovecha. Hasta hoy. Gracias a la destreza de Rafael Alcalde. No le perdáis la pista. 

domingo, 10 de mayo de 2009

Cuidado con él




El tipo se llama Enrique Rubio. Ganó el premio de relato universitario "Jóvenes Talentos" de Booket. Los que le leímos ahí descubrimos que había algo que merecía ser tenido en cuenta. Luego lo convirtió en una novela, cuya portada abre esta anotación y que acaba de llegar a las librerías. Me pidieron que hiciera el prólogo, no pude negarme. Y entre otras cosas, escribí:

"Nos encontramos ante un escritor con un mundo, una mirada y una voz propios. Su mundo es, por derecho de nacimiento y también de conquista, el de este complejo y perplejo siglo XXI, con todos sus códigos, logros, desastres y paradojas, entre los que el autor se mueve con una naturalidad y una soltura que anuncia una nueva generación, capaz de comprender y contar sin aspavientos lo que para las anteriores resulta extraño y sobrevenido. Su mirada es la del verdadero escritor, es decir, la de quien sabe mostrar lo que ve con esa insumisión y ese desapego por lo inmediato que permiten trascender la anécdota. Y su voz es la de alguien que ha entendido que debe sostener entre las manos un instrumento capaz de dar la nota precisa. El lenguaje de la novela es fruto de lo que cuenta y de cómo lo mira el narrador: ágil y sin remilgos, dotado de una vibración que nos transmite desde las primeras páginas, con una determinación impropia de quien, al menos como novelista, ostenta la condición de debutante".

Vamos, que a mi juicio merece la pena. Y sirve para sacudirse las neuronas. Y para ver lo que cuentan los jóvenes, los que van a mandar cuando los que vamos por delante (en la carrera hacia la nada o el Todo, según crea cada cual) seamos unos jubilados indefensos. Yo que tú lo leería, forastero.

jueves, 7 de mayo de 2009

De qué se ríen



Prometo no poner muchos posts como éste. La política que padecemos es tan nimia y tediosa... Pero la foto me ha podido. Toda mi vida he tenido el corazón a la izquierda (y no voy a cambiar ahora, como hacen otros). Y siempre he creído a pies juntillas en la conveniencia y aun la necesidad de que las mujeres capaces lleguen más alto que los hombres incapaces (y tampoco de esa creencia pienso abdicar). Pero como dijo el filósofo, "no es esto, no es esto".

Piensen ambas lideresas, por un momento, en las personas que revolviendo en los contenedores de basura de los supermercados, aquí y ahora, sacan en un mes comida por valor inferior al precio del modelito que lleva cada una de ellas. Y que sólo con eso viven. Quizá así estén menos encantadas de haberse conocido.

miércoles, 29 de abril de 2009

Hurt



Una canción, una historia. Una bella canción, una bella historia. La canción se llama 'Hurt' y los primeros que la grabaron fueron los del grupo Nine Inch Nails, que además son sus autores. Después, Johnny Cash hizo una versión. Insólitamente desnuda, apenas acompañado por su guitarra. Estaba ya muy enfermo, casi al borde de la muerte, y al ponerle su voz desgarrada y rota, pero aún sobrecogedora, la convirtió en su testamento. Una especie de balance de su vida que muy bien podría ser el de la vida de todos nosotros. Mirad (y estremeceos):





Los de Nine Inch Nails, cuando oyeron la versión del maestro, renunciaron a la canción. Declararon solemnemente que, en adelante, 'Hurt' era una canción de Johnny Cash. Y uno está de acuerdo con ellos, pero no dejan de merecer, por la gallardía del gesto, que conozcáis la suya. Hela aquí:





En fin. Qué poderosa es la música, cuando quien la hace sabe.

lunes, 27 de abril de 2009

Amicitia




Amicitia en latín tanto quiere decir en romance como amistad, y amistad, según dijo Aristóteles, es una virtud que es muy buena en sí y provechosa a la vida de los hombres; y tiene lugar propiamente cuando aquel que ama es amado del otro a quien ama, pues de otra manera no sería amistad verdadera; y por ello dijo que diferencia grande hay entre amistad y amor y bienquerencia y concordia, pues puede hombre tener amor a la cosa y no tener amistad con ella, así como pasa con los enamorados, que aman a veces a mujeres que los quieren mal.

Alfonso X,  Las Siete Partidas


Lo que veis más arriba son las tumbas de John Keats y Joseph Severn en el Cimitero Accatolico de Roma, en una foto tomada esta misma primavera. Severn era el amigo de Keats que lo acompañó en su lecho de muerte y recogió su última voluntad. Muchos años después, fue enterrado junto a él. Lo que era de todo punto justo y necesario. Entre ambos, la pequeña tumba de Arthur Severn, el hijo de Joseph muerto con apenas un año de edad.

Gracias al amor de Joseph Severn por su amigo John Keats, existe el más hermoso epitafio que jamás nadie haya puesto sobre tumba alguna. Ahí va una foto de detalle:



Como quizá no se vea muy bien, transcribo el texto:


This Grave

contains all that was Mortal

of a

YOUNG ENGLISH POET,

Who,

on his Death Bed,

in the Bitterness of his Heart,

at the Malicious Power of his Enemies,

Desired

these Words to be engraven on his Tomb Stone:

Here lies One

Whose Name was writ in Water

Feb 24th 1821


(En castellano:  "Esta tumba / contiene todo cuanto era mortal / de un / JOVEN POETA INGLÉS, / quien, / en su lecho de muerte, / en la amargura de su corazón, / a merced de sus enemigos, / quiso / que se grabaran en su lápida estas palabras: / Aquí yace Uno / cuyo Nombre estaba escrito en el Agua. / 24 de febrero de 1821").

Después de esto, no merece la pena perder tiempo en pensar un epitafio para uno mismo. Y a uno debería avergonzarle pedir o permitir que se pusiera su nombre sobre piedra alguna. El nombre de Keats sólo está en un relieve colgado en un rincón del cementerio:



Pero estas líneas son, sobre todo, para recordar a Joseph Severn:

 


El Amigo. Con mayúsculas.


domingo, 26 de abril de 2009

Belgrado (y 3). Pío, pío, quién ha sido...




Hay una cosa respecto de Belgrado… La mayoría de la gente lo ha olvidado. Allá por 1999, no hace tanto, la bombardearon los aviones de la OTAN. La orden la dio un español, Javier Solana, y algunos de los cazabombarderos eran F-18 españoles. Los serbios eran malos, había que castigarlos. Oprimían a los kosovares, y tenían de jefe a un supervillano llamado Slobodan Milosevic. En fin, luego todo eso acabó con un Kosovo independiente que España se ha negado a reconocer. Y con un Milosevic que murió preso, antes de ser sentenciado. A lo mejor las cosas no eran tan claras, o podían haberse enfocado de otra forma. Cuántos tiranos siguen ahí sin que se les bombardee (o se bombardee, más bien, a los que han de soportarlos). A cuántos, en el pasado, se les ha dado tiempo para consumirse y dejar que la gente del país se reorganice por sí misma. En fin, me viene a la memoria un señor bajito, gallego. Dejémoslo.

Tras las noches de bombardeo, según me cuenta mi anfitrión español en Belgrado, Juan, los belgradenses se encontraban ojerosos en el supermercado, donde por cierto no sobraba la comida. Todos se quejaban de que no habían podido dormir. Juan, que notaba en las quejas un ligero tono de reproche hacia él, por su condición de español, les respondía: “Por lo menos a vosotros os bombardean gratis. Yo estoy pagando con mis impuestos las bombas que me tiran encima y los aviones que no me dejan dormir…” Así consiguió (providencialmente) llegar a darles lástima y hacerse perdonar, dice.

Los pepinos iban bien apuntados. Así quedó el cuartel general del ejército serbio, en el centro de Belgrado:


 

No lo han podido o querido reconstruir. La foto no es muy allá, mis disculpas. De nuevo con el teléfono y al paso desde un coche.

Ellos siguen dolidos. Cada tanto tiempo apedrean los McDonald’s (luego se les pasa, y los abarrotan, porque les encantan). Y en su trato conmigo, todo cordialidad, ni sombra de rencor hacia España. Tengo que reconocer que saben ser generosos. Les pido perdón, en la parte que me toca. Yo también pagué los aviones y las bombas con mis impuestos.

viernes, 24 de abril de 2009

Belgrado (2). La nuit.




Por la noche, no pude evitarlo, me di un largo paseo por Belgrado. Solo. Hay algo que me seduce mucho de encontrarse a solas con una ciudad. Es una suerte de aventura amorosa. Y las ciudades, en general, son apuestas más seguras que las mujeres (o los hombres, para quienes los prefieran a efectos de amores). Ninguna te será nunca desleal. Con ninguna reñirás, si tú no quieres. Y aún si riñes, siempre estarán ahí, con los brazos abiertos. 



Tomé fotos. De nuevo son del Nokia, que de noche va aún más corto. Pero no tenía otra cosa.

 


Mi camino tenía una meta, la cúpula iluminada de la gran iglesia de San Sava, visible a gran distancia. Desde que la divisé en la noche, me dije: tengo que llegar ahí. Y llegué. Y había esto:



San Sava era rey. Un día lo dejó todo para hacerse monje. Su gesto le valió la santidad y el amor inextinguible de los serbios, que lo recuerdan con este templo, aún en construcción (dato curioso: en el mismo lugar donde en 1595 los turcos quemaron los huesos del santo, para que el fuego lo viera toda la ciudad). Aspiran a que sea el más grande y suntuoso de todos los templos ortodoxos. Lo están llenando de mosaicos en los que el amarillo han de aportarlo láminas de oro. Así que aún les llevará tiempo, y una pasta. Curiosa manera de recordar al asceta. Pero la naturaleza humana es así. Pura paradoja.

jueves, 16 de abril de 2009

Belgrado, primavera.




A veces, un lugar te sorprende por la espalda. Sucede cuando menos lo esperas, donde menos pensabas dejarte sorprender. Por alguna estúpida razón, había imaginado que Belgrado era una ciudad más de la mitad oriental de Europa. Después de conocer Viena, Praga, Budapest, Varsovia… Bueno, pues seamos sinceros, que no esperaba gran cosa de Belgrado, nada que ya no hubiera visto, hasta cierto punto. Así que me merezco lo que me ha pasado. Me ha subyugado, literalmente.



En primer lugar, dónde está la ciudad, en la confluencia entre el Sava y el Danubio, dos ríos impresionantes (sobre todo, para quien vive en un país de ríos de chichinabo) cuyas verdes riberas llenas de bosques se abrazan con los edificios de la ciudad en una envidiable combinación. En segundo lugar, un tiempo cálido y apacible, que invitaba a pasear y a sentarse por doquier. Y en tercer lugar, los belgradenses y las belgradenses (y aquí sí tiene sentido la distinción, mojigaterías no-sexistas aparte; como dice mi amigo Rafael Reig, no digo más). 



Gente dada a la calle, al caminar, al sol, a las terrazas. Gente que va sin prisa, que ríe con sorprendente frecuencia (¿quién dijo que los eslavos no eran afables?). Gente, en fin, que disfruta ostensiblemente de la vida.

 


No hay grandes atracciones arquitectónicas. Mejor: cuando uno lleva unas cuantas decenas de países y de miles de kilómetros, los monumentos obligatorios son una lata. Lo hermoso, venturosamente, es la ciudad misma. La gran arteria peatonal, Knez Mihailova, llena de gente que va y viene a todas horas. El maravilloso parque Kalemegdan, un remanso de paz verde encaramado a la colina de la antigua fortaleza de Belgrado, dominando la fastuosa unión de los dos inmensos ríos. 



Y todo tan lleno de luz, el aire tibio, el sol tan gratificante. Mis amables anfitrionas serbias, Bojana y Aleksandra, me advierten que he tenido suerte, que días atrás hacia frío, que en invierno llueve mucho y hay mucha niebla, y en verano hace demasiado calor, con la humedad de los ríos. Bueno, pues sí, será que he tenido suerte, que la fortuna ha dispuesto para mi encuentro con Belgrado el momento justo. También eso ha de significar algo. Estoy seguro de que voy a volver. No sé si las fotos hacen justicia. Sólo llevaba mi Nokia E71 para captarlas. Cumple noblemente, pero es un teléfono, no una cámara de fotos… Abrazos serbios a todos. Creo que pondré algo más sobre Belgrado. Me va a costar evitarlo.

lunes, 13 de abril de 2009

Marrakech. El color.




Prometí dar cuenta de los últimos viajes. El de hace poco más de un mes fue a Marruecos, donde tuve ocasión de conocer el recientemente inaugurado centro del Instituto Cervantes y a su pequeño pero entusiasta equipo a las órdenes de mi vieja amiga Lola López Enamorado. Se van a comer la ciudad, como les dejen (y aunque no les dejen). Por mi parte, debo agradecerles una emocionante lectura con adolescentes marroquíes de uno de mis torpes relatos, Un ingeniero para Jalima. El que quiera comprender mejor en qué sentido fue emocionante, puede encontrar el relato aquí.

No voy a añadir a estas alturas muchas explicaciones sobre por qué me gusta Marruecos. le dediqué un libro entero, Del Rif al Yebala, ya lo cuento por extenso allí. Sólo daré una razón más: el color. Frente a un mundo que se vuelve cada vez más uniforme y gris, ellos conservan el color y la diversidad. La imagen que abre esta entrada creo que resume bien lo que digo.

Y la que la cierra me gusta sin más. El niño está en el palacio Badi, antaño esplendorosa residencia de un poderoso sultán y hoy una no menos magnífica ruina.