miércoles, 26 de diciembre de 2012

Mossos y guardias



El 27 de diciembre, a las 19.00, una convocatoria peculiar. Presentación de La marca del meridiano en la Casa del Llibre de Rambla Catalunya de Barcelona, a cargo de dos personas que bien podrían ser personajes de la novela (pero que, aclaro para suspicaces, no lo son):

- La comisaria de los Mossos d'Esquadra Cristina Manresa.





- El comandante de la Guardia Civil (Zona de Cataluña) José Daniel Baena.




Dos excelentes policías y dos lectores de excepción para una novela que, como su reunión en una misma mesa, pretende aventar un poco los aires enrarecidos que últimamente nos envuelven. Puede que sean poca cosa, la literatura y los lectores, a esos efectos. Pero estoy seguro de que será una agradable novedad para más de uno, que cree que mossos y guardias andan a la gresca.

Puede que sus jefes sí. Ellos, me consta, son ante todo profesionales.

Nos vemos allí, los que queráis. Para los que no podáis venir, prometo mini-crónica en postdata a esta entrada.

Abrazos.

Postdata del 28 de diciembre: Como lo prometido es deuda, más abajo pego una foto probatoria y aquí tenéis la crónica del acto. Al final me extendí un poco, así que la convertí en entrada del otro blog. Creo que merecía la pena. Más abrazos, y gracias a Cristina y José Daniel por estar ahí.



lunes, 24 de diciembre de 2012

A por el 13


Que sí, que contra lo que dicen los agoreros, el 13 va a ser mejor. Vamos a terminar de barrer la casa y de deshacernos de los muebles viejos que quedaron inservibles.

Me vais a permitir que os felicite con la tarjeta de nuestra empresa, Playa de Ákaba, una recién nacida en este 2012 de falsos apocalipsis y que afronta el 2013 con ganas y sin miedo. Si no se lee bien en vuestro navegador, pinchadla y Blogger, siempre servicial, os la amplía.




Y para cerrar esta minientrada, la última foto de este año del meridiano ese que tanta fortuna le ha traído al que suscribe. Fortuna en forma de lectores, la mejor imaginable para un escritor. Así lucía, anteayer.




Feliz Navidad y un abrazo a todos.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Libros pequeños



Si en la entrada anterior daba cuenta de los libros de la nueva editorial, Playa de Ákaba, y de la recepción de la novela ganadora del Planeta, ahora me toca dar cuenta de otros dos libros más pequeños, en tamaño, pero no menos queridos para mí.




El primero es el que se ve en la ilustración precedente, la edición de bolsillo de Niños feroces. Como lector que se nutrió, en su día, casi en exclusiva de libros de bolsillo, celebro enormemente que los míos pasen a ese formato. No sólo por la segunda vida que ello supone, sino porque en esa prórroga llegan a manos de quienes tal vez antes quisieron y no pudieron tenerlos. Además, en los últimos días me han ido llegando comentarios de esos nuevos lectores, muy cálidos por cierto, que quiero agradecer con un pequeño detalle, la foto que cuelgo a renglón seguido.




Es, más o menos, como se vería Jorge García Vallejo, el protagonista de la novela, durante sus apocalípticos días en Berlín en el año 1945. La figura es un tuneo hecho por el servidor sobre una pieza original del excelente fabricante chino Dragon. Impresiona, ¿eh?

El segundo libro, mucho menos áspero y bastante más esperanzador, se titula Todo suena y es el que podéis ver a continuación.




Debo agradecer la oportunidad de escribirlo a la Clínica Universidad de Navarra y a su protagonista, Anuca Aísa, la mujer cuyo viaje hacia el silencio, por culpa de una sordera bilateral progresiva, y cuyo regreso a la audición, tras un doble implante coclear, relato en el libro sobre la base de su propio testimonio y el del cirujano que la operó, el doctor Manuel Manrique, que además me permitió presenciar en directo una de sus operaciones. Una técnica quirúrgica de precisión que recordaré siempre como uno de los más impresionantes trabajos que jamás vi hacer con las manos.

El primer libro lleva ya algunas semanas en las librerías. El segundo, se presentó esta semana en Navarra (más detalles sobre la presentación, aquí). Los interesados en obtenerlo, podéis contactar con la clínica (no es un libro para vender).

Abrazos.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Ákaba, el meridiano y los nuestros

















Por primera vez desde hace unos años, se me ha pasado un mes entero sin escribir en el blog. Me propongo que no vuelva a suceder, pero en este mes han concurrido circunstancias excepcionales.
Además de mantener dos veces en semana otro blog (por cierto, lo tenéis aquí) y de preocuparme de colgar en elmundo.es la cosecha semanal de vidas.zip (el último, aquí), he empezado a hacer otra colaboración dos veces en semana en La mañana de la COPE, con Javi Nieves, donde me han dado un hueco al que he denominado El pontonero, y que trata de aportar un punto de vista constructivo (tender puentes, se llamaba aquello, cuando se hacía) en un país lleno de dinamiteros vocacionales. La última colaboración, si alguien quiere oírla, podéis encontrarla aquí.

Pero que multiplique mi actividad en otras cosas (habría que sumar la sección del cartero de XLSemanal) no quiere decir (ni justificaría) que vaya a abandonar este espacio de intercambio con los lectores. Lo que en este mes me ha apartado del blog ha sido la conjunción de todo lo anterior con otros dos acontecimientos que me han puesto la tienda patas arriba.


El primero, mi estreno como editor, en compañía de Noemí Trujillo y con el apoyo de Lorenzo Rodríguez (y de Pilar Lucas al mando de las relaciones con los medios). Hemos llamado al invento Playa de Ákaba, en homenaje a T. E. Lawrence y a David Lean, que nos hizo soñar con la epopeya del primero llevándolo con su camello, en la piel de Peter O'Toole, hasta la playa de Carboneras, en Almería. Una metáfora, esa travesía del desierto del tozudo e insensato Lawrence, que nos sirve para referirnos al desafío que asume un escritor que quiere llegar con sus palabras a los lectores, y para el que queremos ser esa playa propicia que significa el final feliz del camino. Justamente esa playa (la del cine, que acaso ha terminado siendo más real que la auténtica), y como ya anticipé aquí mismo hace bastantes meses, nos ha dado el logo de la editorial y la cubierta del primer libro. Se trata de una edición de las cartas que Lawrence fue escribiendo mientras avanzaba hacia el famoso puerto del Mar Rojo, que me he dado el placer de traducir yo mismo y que hemos titulado Camino de Ákaba. Un texto hasta ahora inédito en castellano y apasionante por su contenido y su estilo, el de ese finísimo prosista que era, entre otras muchas cosas, Thomas Edward Lawrence.




Otros dos títulos inaugurales son de poesía: Yo vivía aquí, una antología de ese gran narrador y poeta que atiende por el nombre de Carlos Zanón (lo conoceréis como novelista por su excelente No llames a casa, y si no lo conocéis ya estáis corriendo a la librería a comprarlo, y estoy seguro de que no me afearéis la brusquedad cuando lo leáis); y Solo fue un post, de Noemí Trujillo, un poemario que en su humildad y desnudez (sus poemas nacieron como simples entradas en un blog) es quizá uno de los más inspirados, vibrantes y emocionantes de su autora.

       
 




Por último, la editorial también hace su primera incursión en la literatura infantil, con Judith y sus muñecas monstruosas, un libro que todos los que tengáis niñas abducidas por esas horribles muñecas que se llevan ahora podéis utilizar como terapia e invitación a la lectura. Damos fe de que funciona. Hace una semana organizamos una presentación en Viladecans y, como podéis ver en este vídeo, a punto estuvimos de tener un problema de orden público.




Pinchando en los títulos podéis acceder a las fichas de cada uno de los libros, y de ahí, a la posibilidad de conseguirlos, tanto en papel como en ebook. Por cierto, que en este formato los vendemos entre 1,99 y 2,99 euros. Espero que nadie me diga que se ve obligado a piratearlos por su abusivo precio. O tendré que recordarle lo que vale una caña.

El otro acontecimiento excepcional de este mes ha sido la exigente y agotadora gira del premio Planeta, algunos días con jornadas de 16 o 18 horas, y esto no es mi mitad andaluza exagerando... Por suerte, he tenido el cariño y la atención de mucha gente en el recorrido, todos los compañeros de los medios, muchos lectores, además del apoyo de Fátima Santana, infatigable encargada de prensa de Planeta, y la serena compañía de Mara Torres, que es gran periodista y excelente compañera.




Respecto de la recepción del libro, La marca del meridiano, séptima entrega de las andanzas de mis incombustibles Bevilacqua y Chamorro, sólo puedo estar agradecido. Siempre hay alguna división de opiniones, pero la mayoría coincide en que es el mejor de la serie y las reseñas son unánimemente favorables (exceptuando algún bloguero, y para recordarme que soy mortal y que nunca se puede gustar a todo el mundo, enlazo aquí a la que más leña me da, secundada por sus comentaristas). Las dos críticas que he visto que se le hacían con más frecuencia, que se apegaba demasiado a la realidad y que era políticamente correcta, entre otras cosas por mostrar a unos guardias y unos mossos que se llevan bien, me placen. Lo primero, apegarse a la realidad, es marca de la casa, y tengo la firme convicción de que no empece para hacer la mejor literatura; lo segundo, aparte de que para mí ya hace mucho que la etiqueta "políticamente correcto" no significa nada (por el abuso a la hora de despacharla), tengo la sensación de que proviene de personas que no han hablado jamás con un mosso d'Esquadra sobre los guardias ni con un guardia destinado en Cataluña sobre los mossos, mientras que mi visión de la jugada en la novela está precedida de múltiples contactos con unos y otros: con los currantes, quiero decir, que son los que tienen que resolver problemas concretos en la calle, día a día, y a los que poco o nada les interesa entrar en los juegos florales que tienen tan atareados a sus jefes políticos.

Por cierto, la foto que abre esta entrada es un guiño a la novela. Es la playa de Castelldefels, donde suceden algunos acontecimientos relevantes de la historia, fotografiada al atardecer del viernes pasado, mi primer día de vuelta a la vida normal (bueno, más o menos), una vez acabada la gira.




Y para cerrar, otra buena noticia. En este mes de noviembre he recibido la traducción al árabe del El nombre de los nuestros, realizada por Ahmed Benremdane, profesor de la universidad de Fez. La cubierta, la tenéis sobre estas líneas. Los que me conocéis sabéis la ilusión que me hace ver esta historia de moros y cristianos, hermanados por el dolor, vertida a la hermosa lengua de Averroes. Ahora sí que puedo decir que la historia de los nuestros, los que siempre pierden para que otros ganen, los que lo hicieron a ambos lados de la trinchera en aquellos duros campos de batalla del Rif hace casi un siglo, está contada en el idioma de todos. Bueno, faltaría el rifeño, pero eso a lo mejor tiene que esperar un poco más. Algún día, tal vez. No hay nada imposible.  

Abrazos.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Una pequeña explicación


Una pequeña explicación, para salir al paso de cierta utilización que se está haciendo, con cita parcial y sesgada, de un relato publicado en la serie vidas.zip hace cerca de un mes. Por ejemplo, aquí (con un título que es, más que inexacto, directamente falaz):

http://www.alertadigital.com/2012/10/30/el-ultimo-premio-planeta-imagina-una-cataluna-musulmana-en-2035/

El que quiera leer el texto qu
e escribí y en su día firmé, puede encontrarlo en este enlace:

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/09/29/cultura/1348941631.html

Era un simple relato en tono paródico, satírico y desenfadado, sin el más mínimo valor de pronóstico o de profecía (no soy tan necio como para hacer tales cosas), y desde luego, sin la más mínima intención de promover el rebrote de ese inveterado vicio español (y también catalán, en esto no hay hecho diferencial, aunque se quiera hacer creer otra cosa): la maurofobia. La convivencia con inmigrantes que tienen otra cultura, y que han venido porque se les ha utilizado intensivamente como mano de obra barata en los años de vacas gordas, es un problema complejo que no puede despacharse ni con buenismos superficiales ni tampoco con ese rancio Santiago y cierra España en el que se quedaron anclados algunos. El relato en cuestión es una pieza intrascendente, pero este asunto no lo es, y ruego que deje de utilizarse un simple divertimento literario para atizar hogueras tan peligrosas y lamentables. Quien lo haga, lo hace contra mi creencia e intención.

Quede claro que respeto tanto las ideas de quienes se sienten independentistas (aunque no las comparto) como el derecho de los musulmanes integrados en España a trabajar y vivir aquí (aunque no me parezca admisible que algunos de ellos quieran hacer valer ideas integristas que atentan contra los derechos reconocidos en la constitución, que eso es cuestión distinta que no empece para lo anterior).



Abrazos.

viernes, 21 de septiembre de 2012

De Islandia a una sala oscura





Como sabréis los que tengáis costumbre de leerme en otros sitios, no hace mucho estuve en Islandia. El propósito era entrevistar a Arnaldur Indriðason, el autor de la muy recomendable serie policiaca del inspector Erlendur Sveinsson. El resultado principal de la entrevista está aquí.




También aproveché el viaje para conocer un poco la isla (muy poco, apenas estuve 48 horas en ella), y el resultado de esa exploración lo recogí en este otro lugar, con fotos y reflexiones seguramente peregrinas (como lo son casi todas) pero que fueron las que la experiencia me suscitó.




Ahora bien, se me habían quedado algunas cosas en el tintero, y me ha parecido que éste era el lugar de recogerlas.

Para empezar, tengo más declaraciones de Indriðason, que finalmente el periódico no publicó. Por ejemplo, lo que opina del cine y de sus adaptaciones. Que es lo que sigue:


Cine sí, tele no (por ahora)

El novelista se declara satisfecho de la única adaptación cinematográfica realizada hasta la fecha a partir de las novelas, Las marismas (versión de la novela homónima, a cargo de su compatriota Baltasar Kormákur). También es autor del guión original de la cinta Reykjavík-Rotterdam, de Óskar Jónasson). No debe de haberle amargado la experiencia cuando ha autorizado la adaptación de la más exitosa de las novelas de la saga, La mujer de verde, con el maltrato doméstico como telón de fondo. Sin embargo, no quiere oír hablar, por ahora, de televisión. “Aquí la industria es muy pequeña, hay pocos medios y también poca tradición de series policiacas, quizá más adelante, yo me centro en los libros”. ¿Y si llegara una oferta de la BBC, como le pasó a Mankell? Indriðason, a la islandesa, sonríe y calla, que no sabemos si en estas latitudes es una forma de otorgar.


También, por si alguien está interesado, le pregunté hacia dónde camina su personaje. Traté de sacarle cuál era su idea final de Erlendur, a sabiendas de que no me contestaría (yo tampoco respondería, si me hicieran una respuesta análoga respecto de Bevilacqua). Pero como es un hombre cortés, no dejó de responderme algo. Que si no satisface mi pregunta, tampoco la defrauda del todo:


¿Cómo acabará Erlendur?

Invocamos ante Indriðason las conocidas palabras de Raymond Chandler, acerca del final que visualizaba para su célebre investigador, Philip Marlowe: "I see him always in a lonely street, in lonely rooms, puzzled but never quite defeated." (“Siempre lo veo en una calle solitaria, en habitaciones solitarias, perplejo pero nunca lo bastante derrotado”, así lo escribió en una carta a Maurice Guinness el 21 de febrero de 1959). ¿Cómo acabará Erlendur? ¿Sumido en esa soledad que tanto teme, la misma en la que agoniza su antaño superior y quien le enseñó el oficio de investigador criminal, Marion Briem, en quien ve una posible anticipación de sí mismo tras su divorcio y su estrepitoso fracaso como padre? Indriðason sonríe y esa sonrisa ya nos deja entrever que no va a responder (tampoco lo esperábamos, dicho sea de paso). “Todo lo que puedo decir es que hay una novela en la que llegamos a conocerle con tanta profundidad como nunca antes. Donde, entre otras cosas, se cuenta qué fue exactamente lo que ocurrió en su infancia en torno a la desaparición de su hermano, de la que se siente responsable y que ha sido un trauma permanente para él, hasta el punto de hacerle trabajar con más empeño los casos de desapariciones” (tan frecuentes en Islandia, donde a veces la gente se pierde en el campo y, a causa de la dureza del clima, no vuelve jamás). Para quien quiera más referencias, la novela a la que alude el autor aparecerá el año próximo en inglés, con el título (provisional) de Strange Shores.




También me había dejado algunas fotografías que creo que sirven para dar una idea de Reikiavik y de ese hermoso país, y que son las que ilustran esta entrada. La anterior, por cierto, es del salón de la casa del premio Nobel islandés, Halldór Laxness. Y la siguiente, muy curiosa, de una de las muchas turbinas que aprovechan la energía geotérmica, que también proporciona a los islandeses calefacción y agua caliente.




Por cierto, si os ducháis en Islandia y el agua huele a huevos podridos, no llaméis a la recepción del hotel para quejaros: quedaréis en ridículo y además el agua sulfurosa es muy buena para la piel.

Tuve la suerte de que me acompañara la luz el primer día, lo que, como pude comprobar el segundo, que amaneció gris, lluvioso y ventoso, es todo un privilegio. Como compensación, encontré este lugar tan acogedor para desayunar y preparar la entrevista.




También creo que da una idea de Reikiavik, y de la manera de vivir de sus gentes. Llegué un poco más tarde de lo que entre los islandeses debe de ser la hora común de desayunar (y eso que estaba allí antes de las nueve) y en el local, céntrico pero desierto, se respiraba una tranquilidad absoluta.

Me permitiréis que para cerrar esta entrada haga un poco de publicidad. La foto que sigue no es de Islandia, sino de una sala oscura que se encuentra en el sótano de un edificio de la calle Loreto y Chicote de Madrid (entre la calle Ballesta y la plaza de la Luna).




Allí se ubica Microteatro por dinero, uno de los más estimulantes proyectos de creación que acoge la capital, donde en estos días se celebra el ciclo Microteatro por Calle 13, auspiciado por el canal televisivo del mismo nombre y con esta oferta increíble que merece la pena explorar.

Para los que no hayan pinchado el enlace, me permito destacar la obra que recoge este cartel, y que es la misma a la que corresponde la fotografía anterior.




Veintiocho años después de escribir, montar e interpretar (por un percance de última hora de un actor) mi primera obra dramática, vuelvo al teatro. Esta vez, eso sí, me limito a escribir el texto. La dirección se la dejo a Yolanda Barrasa y la interpretación a Patricia G. Méndez, Alejandro Marzal y David Ricondo, que lo hacen mucho mejor que yo. Os aconsejo que vayáis a verlos, merece la pena. Estarán sobre el escenario (un escenario que comparten con el público, en una experiencia diferente que hay que probar) hoy 21 y mañana 22 de septiembre y el 28 y 29 de septiembre, en cuatro funciones que se sucederán entre las 23.30 y la una de la madrugada. La obrita es corta. Y son sólo 4 euros.

Estoy con vosotros, chicos, y gracias por lo generosos que habéis sido con el texto.

Abrazos.


viernes, 7 de septiembre de 2012

Salvados





La pataleta de Artur Mas, con la pantomima subsiguiente de proclamarse despechador, que no despechado, y montar una alternativa patriótica con inversor traído por los pelos a última hora, ha certificado que Eurovegas no se instalará en el Baix Llobregat. Además, por lo que han contado, el plan B ya no contempla machacar el parque agrario y el parque natural del delta. Eso significa que todas las cosas que muestran las fotos de esta entrada, comenzando por la playa virgen de Viladecans, que hoy se veía así de tranquila, se han salvado. Al menos de momento. Aleluya.




Tenía un poco desatendido este blog, menos por las vacaciones de agosto (que tuve cortas) que por la multitud de trabajos a los que me he entregado en las pasadas semanas, y que espero que en los últimos meses de este año y primeros del que viene vayan dando sus frutos visibles, de los que os mantendré puntualmente informados. Me ha parecido una excelente manera de retomarlo celebrar que uno de los lugares donde vivo se haya librado de ese engendro contra el que en otras ocasiones escribí aquí.




Así que hoy, al salir con la bici, he ido haciendo fotos de todo lo que la piqueta no destruirá para plantar encima uno de esos monumentos al feísmo en que se especializa la factoría Adelson.




Naturalmente, no he dejado de acordarme de mis vecinos madrileños de Alcorcón, que según parece van a ser los que sufran ese impacto de meteorito gigante que supone que el 40 por ciento de su término municipal se entregue al jerifalte de los casinos para que lo tunee a su dudoso gusto. Tienen mi solidaridad, aunque parece que ya nada va a impedir que se consume la jugada. Esperanza Aguirre es mucha Esperanza Aguirre (qué ingenuo oponente ha tenido en Mas, algún día se sabrán los entresijos, sin duda ominosos, de su derrota) y ya ha dicho que tiene la intuición de que se llevará el gato al agua. No parece probable que nadie se atreva a desmentirle la intuición, por la cuenta que le trae. Por otra parte, y buscando el mal menor, hay que reconocer que el área metropolitana de Madrid tiene más posibilidades de engullir el monstruo sin morir en el intento que Barcelona, que había de sacrificar para ello el único gran espacio verde en medio de su aglomeración urbana, una apuesta casi suicida.




¿Significa esto que Madrid pesa más que Barcelona? Sintiendo por mi hogar catalán (y también por la cultura y el arte de vivir de los catalanes) el aprecio que siento, y que no me impide mi condición de madrileño de origen, creo que tampoco me ciega ésta para tener la sensación de que sí, de que Madrid le ha doblado el brazo a Cataluña (para mal de unos madrileños, los alcorconenses, y bien de unos catalanes, los viladecanenses, pero eso es otra cuestión) con un envite en el que ha hecho valer su empuje, su astucia y su lugar en el mundo por encima de los que ha acreditado su rival.




Y ahora en Cataluña podrá entonarse la eterna cantinela de cómo Madrid hace trampas y menoscaba sus opciones, pero en un mundo globalizado el plañido es cada vez más desaconsejable, y sería una reacción mucho más inteligente que Mas y su Govern "se hicieran mirar", por emplear una expresión catalana, qué puede estar pasando de puertas adentro para haber perdido capacidad de competir, y cómo se puede recuperar esa pujanza del mejor modo posible.




Por dar pie a la esperanza, las últimas imágenes son de otros "salvados" por la seducción irresistible que Esperanza ha ejercido sobre Adelson. Estos grafitis me acompañan en mi ruta diaria con la bici, y acreditan la creatividad de la juventud del Baix Llobregat. Incluso me atrevo a considerarlos arte, aunque habrá quien lo discuta. Están ahí puestos, en una riera por la que sólo pasan agricultores, ciclistas y corredores. Sus autores les echan horas, para dejarlos a la intemperie y a merced de cualquiera.




Molt Honorable Senyor President, si le vale una sugerencia, invierta más en crear condiciones para que fluya el talento de sus conciudadanos, y piénsese lo de mal copiar modelos especulativos y caducos que, cuando tuvo la oportunidad de importar en su formato original, no acertó a conseguir.


Abrazos y, tras las vacaciones, Welcome to the machine.






sábado, 28 de julio de 2012

Sidi-Dris y Afrau, 91 años después





Hace una semana estuve de nuevo en África. No me gusta que pasen más de doce meses sin poner el pie en ella, y mejor o peor en los últimos años lo he venido cumpliendo. Fui con una misión de la que espero que dentro de no mucho se podrán ver los primeros resultados (no digo más). Pero me quedó un día libre y en compañía de mi amigo Ángel Castro y su amigo (y a partir de ahora, también del que suscribe) José Luis Abad nos hicimos una excursión a Alhucemas por la Rocade Mediterranée, la nueva carretera costera que une esta ciudad con Nador. La ruta es una maravilla, una costa casi virgen que se asoma a un mar azul turquesa bajo la deslumbrante luz del julio norteafricano.




Por el camino, paramos en Sidi-Dris, donde transcurre buena parte de la acción de mi novela El nombre de los nuestros. Justo por estos días de finales de julio, pero de 1921, fue cuando quedaron allí sitiados 300 españoles que se vieron obligados a resistir a la espera de un rescate por mar que nunca se pudo llevar a cabo. Esta foto, que muestra la posición vista desde abajo y la vía de evacuación que debieron seguir los soldados, evidencia la dificultad del empeño:




Por ahí cayeron, despeñados o abatidos a balazos, no pocos de los que partieron con el grupo de cabeza, el único que, con los heridos, llegó a intentar la salida.

Las fotos anteriores son mías (todo lo que da de sí el iPhone, no llevaba la cámara buena conmigo ese día). José Luis, excelente fotógrafo, me regaló algunas más, y mejores, que me ha dado permiso para colocar aquí. En esta primera se ve una buena perspectiva de lo que queda de la antigua posición:




Y aquí, una panorámica maravillosa del paisaje que se ofrecía a los ojos de aquellos hombres mientras luchaban por sus vidas. La playa de Sidi-Dris, bajo el sol de julio, casi virgen todavía, no muy distinta de como se veía hace noventa y un años. Al menos, murieron con una bella imagen en la retina. Merece la pena que la pinchéis y la agrandéis. Es un verdadero prodigio. Gracias, José Luis.




En Alhucemas dimos un paseo y nos fuimos a comer al puerto. Eran vísperas de Ramadán y en ningún sitio tenían cerveza. Menos mal que José Luis, hombre previsor, llevaba media docena consigo. Pedimos permiso para tomárnoslas y nos lo dieron. Junto a una fritura de pescado y una deliciosa charmila, nos supieron a gloria. Eso sí, una familia de musulmanes estrictos que se sentó cerca de nosotros (las largas barbas del patriarca delataban su condición) se acabó levantando a los cinco minutos cuando vio la clase de infieles con que el azar les había llevado a compartir el almuerzo.

Por cierto que en las calles de Alhucemas encontramos, todavía, numerosos vestigios de la ciudad española que fue en sus orígenes. Como este local, con su antiguo nombre, Villa Sanjurjo:




O este otro:




Y también este curioso anuncio:




 ¿Alguno  pensó alguna vez que el té pudiera ser una bebida tan estimulante? Uau.

A la vuelta, y desde el coche, fui sacando fotos de la costa. Por ejemplo, de la isla de Alhucemas y sus dos compañeros, los islotes de Mar y Tierra, de soberanía española:




O de este grupo de rifeñas, con el paisaje típico de la región:




O del río Amekrán, ese que el general Silvestre, el jefe militar español que llevó a sus tropas al desastre de 1921, nunca debió cruzar, según le había advertido el caudillo rifeño Abd el-Krim:




También al paso recogí esta otra imagen. Pido disculpas por su mala calidad, fue todo lo que dio de sí el  Nokia 700 (el iPhone se me había quedado sin batería) con que la disparé:




Pero tenía que colgarla aquí. Esa loma es Afrau, donde estaba la otra posición de la que habla mi novela. Los ciento y pico soldados que resistieron allí sí pudieron ser evacuados por la Armada. Se observará que tuvieron suerte. No se encontraba tan batida, y el terreno por el que marcharon era mucho más practicable. Además de eso, la playa donde los recogieron está más abrigada que la de Sidi-Dris, por lo que al enemigo le fue más complicado dispararles durante el embarque.

Pequeños detalles como ése, la orografía, deciden a veces la diferencia entre la vida y la muerte. Tan héroes y tan valientes fueron unos como otros. Los de Sidi-Dris perecieron. La mayoría de los de Afrau se salvó. La de esa azarosa diferencia era la historia que quería contar en aquella novela, y esto, más la anotación que podéis encontrar en mi otro blog, el homenaje que les debo a todos ellos.

Abrazos.

sábado, 7 de julio de 2012

Cursos de verano



Sí, ya sé que no tienen muy buena fama, que para muchos son algo frívolo, una forma barata de recaudar créditos y pasar las vacaciones. Pero la verdad es que mi experiencia de este año es muy otra, y creo que es de ley contarla. Este 2012, por segunda vez, la Escuela de las Artes de la Universidad Carlos III de Madrid, que se celebra cada año en el Círculo de Bellas Artes, me pidió que le montase un curso de verano sobre novela. Este año elegimos dedicarlo a la novela española contemporánea y, gracias a su amabilidad al atender nuestra invitación, logramos ofrecer a los alumnos un gran plantel de ponentes. Siete autores: Antonio Muñoz Molina, Alberto Olmos, Agustín Fernández Mallo, Carlos Zanón, Marta Sanz, Antonio Orejudo y Javier Calvo. Y un crítico: Santos Sanz Villanueva. 



Todos fueron generosos y honestos en sus intervenciones y eso ha permitido cerrar una semana de intenso y fecundo aprendizaje. Desde luego lo ha sido para mí y también para los alumnos, por lo que me han dicho e incluso reiterado. Buena parte de culpa la tienen también ellos: gente variada, inquieta y muy participativa. Les debo por ello a todos un agradecimiento que aquí hago constar. Podría haber puesto la foto de todos los autores pero he elegido la de Carlos Zanón no porque lo hiciera mejor que los demás (todos estuvieron excelentes, y sin cualquiera de ellos el curso habría perdido mucho) sino porque tuvo el valor de decir una palabra prohibida para muchos y el acierto necesario para provocar lo que esa palabra convoca. La palabra es emoción, y la desató a lo largo de todo su parlamento pero especialmente cuando para cerrar su intervención puso este vídeo:


(Para quien no lo sepa: la última actuación en público de Elvis). Lo dije allí y lo repito ahora: para mí el arte es ese hombre gordo y devastado repitiendo I need your love con lo que le queda de alma y de voz, y esa gota de sudor resbalando desde su papada. Entrega, fe y sacrificio. Incluso cuando ya nada parece justificarlo.

El miércoles por la tarde hice una escapada a Barcelona para intervenir en el curso sobre novela y cine negro organizado por Teresa Naves dentro del programa de Els Juliols de la Universitat de Barcelona. Otro curso de verano suculento y repleto de gente ávida de aprender. Fue de veras interesante compartir con ellos mi visión de la novela policiaca a través de la experiencia de tratar de escribirla en España y con guardias civiles (y, como decía el título de mi ponencia, sin complejos). Algún participante se declaró sorprendido pero a la vez impactado, lo que le agradezco, por alguien que le hablaba de los guardias civiles como personajes que no sólo no eran necesariamente reaccionarios, sino que en tantas ocasiones de la Historia, desde las guerras carlistas hasta el 18 de julio de 1936, pasando por el 14 de abril de 1931, habían estado del lado de la causa progresista y contra la de la involución.

Cuánto daño ha hecho García Lorca, con ese romance excelente, como todos los suyos, pero tan injusto. Esos dos versos terribles: "Tienen, por eso no lloran, / de plomo las calaveras". Y tan falsos. Los he visto llorar, todos los hemos visto llorar. Y han dado, muchos, la vida por todos nosotros.


Aludí a unas fotos impactantes de comienzos del siglo pasado que recogen el momento en que unos gitanos, los Tartajas, tras haber asesinado a dos guardias civiles, entran en Granada escoltados y protegidos por la propia Guardia Civil para que la gente no los linche. No las tenía a mano allí en buena resolución y contraje conmigo la deuda de difundirlas. Aquí están (pinchad si queréis verlas en grande, merece la pena fijarse en los detalles, rostros y demás):


Aparecen en mi libro Sereno en el peligro, y las reproduzco aquí reiterando mi deuda de gratitud con el estupendo fotógrafo que las hizo, Torres Molina, y con Mundo Gráfico, la ejemplar publicación que, junto a otras, recogía en aquellos tiempos este reporterismo gráfico de primera, que hoy es Historia hecha imágenes. 


Imágenes que nos permiten apreciar, de forma fehaciente, que la realidad fue algo más, y más complejo, que ese cuento de guardias diabólicos y gitanos buenos que muchos siguen teniendo en la cabeza, porque así lo decidió en un momento de conciencia ofuscada (y este juicio no le resta mi reconocimiento en lo que lo merece, que es mucho) el mejor poeta español del siglo XX.

Abrazos.


Postdata del 10/7/12: Una de las asistentes al curso del Círculo de Bellas Artes ha tenido la deferencia de hacer una detallada crónica en su blog. También ha tenido una deferencia adicional con el director del curso que me coloca al borde del sonrojo, pero vaya, por el valor informativo de su aportación, a ello os remito. Si miráis en la lista de entradas del blog veréis la reseña que hace de la intervención de los distintos ponentes. Merece la pena. Gracias por todo, Amelia.



sábado, 23 de junio de 2012

Leaving Eurovegas





Los amigos de la plataforma Aturem Eurovegas (Detengamos Eurovegas, para los que no entiendan catalán) han producido este excelente cartel, que me place difundir. Las volátiles que lo ilustran existen actualmente en los espacios del delta del Llobregat que se trata de triturar para plantar un megacasino y para taparle a Artur Mas (o eso cree él, qué inocente) algunos agujeros en las finanzas de la Generalitat.

Doy fe de que están ahí, las he visto. Y también patos, garzas y garcetas con los que me cruzo cuando voy en bici a la playa que se ve en la instantánea siguiente, tomada hace un par de días.




La playa que hace nada le enseñaron a Mr Adelson prometiéndole que sería toda suya, y que por lo visto tanto subyugó (la playa y la idea de poseerla para sí) a Mrs Adelson.

El próximo lunes está convocada una cacerolada ante la sede de la fuerza política que está a punto de consentir este atropello. He aquí la convocatoria, para todo el que quiera y pueda.

No se puede permitir que semejante tesoro natural de los barceloneses se convierta en el felpudo donde van a limpiarse los pies un especulador yanqui y sus oscuros socios chinos (como si fuera un especulador de Murcia y sus oscuros socios de Argamasilla de Alba). Poniéndonos de rodillas y malbaratando nuestra riqueza natural no vamos a salir de este agujero que hemos cavado con nuestra mala cabeza. Haciendo que Barcelona y el Baix Llobregat sean devorados por Eurovegas, de la que pasarían a ser simple solar y comparsa, no engrandecemos ninguno de los dos: los degradamos y envilecemos.

Aturem Eurovegas. Mas, una mica més de seny, si us plau.

Abrazos.