miércoles, 30 de marzo de 2011

Waters, a los 68





Este servidor vuestro tuvo ayer la oportunidad de ver a Roger Waters hacer The Wall en Barcelona. Y no me ha quedado más remedio que contarlo por extenso. Lo tenéis aquí.

La foto es mía. Pido indulgencia, sólo llevaba el iPhone.

En fin, cosas así te reconcilian con... todo.

Abrazos.

lunes, 28 de marzo de 2011

La mitad de Óscar





Una película. Cine, en toda la extensión de la palabra.

Director, Manuel Martín Cuenca. Actores, Verónica Echegui, Rodrigo Sáenz de Heredia y Antonio de la Torre. Un prodigio de elegancia, contención e inteligencia narrativa. Interpretaciones justas, medidas e intensas. Un guión de cristal blindado, transparente y recio a la vez, obra del propio Martín Cuenca y de Alejandro Hernández.




Un consejo: no os la perdáis. Una advertencia: daos prisa. La quitarán pronto, para despejarle más salas a Torrente.

Abrazos.

viernes, 18 de marzo de 2011

Día del padre





La foto, como delata el cartel, está hecha en la playa de Viladecans, mi cada día más querida ciudad catalana. Algún día de estos últimos de invierno, cuando tan hermoso está el Mediterráneo, y tan privilegiado se siente uno por vivir al lado de él.

La entrada va por los padres. Por todos los que cuidan de sus hijos, a veces con todo en contra, y no piensan dejar de hacerlo jamás. Pero también por los otros, por los que en algún momento, por razones siempre objetables, deciden abdicar de su responsabilidad. Para que mediten sobre el error inmenso que cometen, el que más lamentarán haber cometido.

La entrada va también por las madres. Por las que cuidan, a veces con su sacrificio personal, de que sus hijos no se vean privados de la figura paterna, cuando esto, incluso por empeño o desidia del propio padre, se pone cuesta arriba. Y también por las otras. Por las que aprovechan alguna coyuntura de beneficio personal a corto plazo para despojar a sus hijos de alguien que los quiere y que les dio el ser. Para que mediten también sobre el error inmenso que cometen, el que más lamentarán haber cometido, aunque ahora no lo sientan así.

Y va, en fin, por los hijos. Por los que tienen a sus padres, y se benefician de su guía y amparo, y también por aquellos a quienes les faltan, y a quienes la vida les deja, siempre, la reparación de ser con sus hijos, algún día, los padres que ellos echaron de menos.

Yo celebro ser padre. Mis hijos me hacen agradecerlo cada día. Y también hoy.

Abrazos.

martes, 15 de marzo de 2011

Playa de Ákaba





Los que ya tenemos una edad la recordamos perfectamente. A ella llega Thomas Edward Lawrence, alias Lawrence de Arabia, encarnado por Peter O'Toole, después de atravesar el desierto y vencer a los turcos, en la maravillosa película de David Lean. Con su dromedario se acerca hasta el agua y acaba metiéndose en ella. Ese hombre ha logrado lo que parecía imposible, ha derrotado a un enemigo que se creía invencible, ha entrado en la Historia. Está solo, frente al mar, saboreando la plenitud de su empeño llevado a cabo.

La playa de Ákaba es la recompensa del esfuerzo, la fe, la determinación, el coraje. Merece la pena sufrir para pisarla. Merece la pena saberse allí, aunque luego la vida guarde revueltas y tropiezos y enemigos escépticos que querrán devaluarla. Aunque se vuelva incluso en nuestra contra haberla pisado (como le ocurrió al pobre Lawrence, cuya hazaña fue manipulada y malbaratada por hombres más calculadores y menos valiosos que él, hasta convertirla en una catástrofe que aún hoy padecen millones de personas en Oriente Medio).




Pese a todo, queda ese momento, que un cineasta supo apresar en imágenes imperecederas. Dicen que el lugar donde están tomadas las fotos, donde rodó él su película, es la playa del Algarrobico, en el término municipal de Carboneras, Almería. Dicen, además, que en esa playa, paraje natural protegido, unos desaprensivos con complicidades en altas instancias administrativas edificaron un monstruo de cemento, pretendido hotel, que ahora la afea con su silueta, porque es demasiado costoso demolerlo. Pero yo no lo veo. Buscadlo, no está en las fotos. Yo veo la playa de Ákaba, y a Lawrence, y un proyecto de futuro, que allí arrancó el pasado sábado, y del que algún día no muy lejano espero poder daros cuenta.

Abrazos.

viernes, 4 de marzo de 2011

Los dos que faltaban





Ya están todos los libros, los 20 (o 21, contando el pack de Bevilacqua) que conforman la oferta digital. El que veis sobre estas líneas es uno de los dos inéditos: Tres mil metros en la noche, 55 ficciones breves inspiradas en hechos reales que fueron apareciendo en elmundo.es, pero que aquí se reúnen (revisadas) para conformar un libro que permite repasar en 52 historias el año que va de la primavera de 2009 a la primavera de 2010. También, acceder a las tres ficciones precursoras de este proyecto, escritas entre 2001 y 2008. La primera de ellas, con las Torres Gemelas recién derribadas; la tercera, con el crack del 2008 ya abatido sobre nosotros.

El título se debe al instinto de mi editora, Silvia Sesé, que fue la que lo eligió, y corresponde al primero de los relatos, que está tomado de un vídeo real grabado en Irak por la cámara infrarroja de un cazabombardero norteamericano A-10 Thunderbolt. El cuento en su versión original (en el libro está algo pulido y retocado), así como el vídeo, que no tiene desperdicio, los tenéis pinchando aquí.




En fin, imágenes de nuestra civilización, dentro de un empeño narrativo que sigo desarrollando, por cierto, semana a semana en elmundo.es bajo el título de vidas.zip.


El otro libro es El misterio y la voz:




Un ensayo que les sonará a los visitantes de mi web, donde llevaba una década alojado en una versión digamos embrionaria de la de hoy. Porque para esta ocasión lo he corregido y ampliado significativamente. Entre otras cosas, en estos últimos años han salido libros excelentes sobre Chandler, Proust y Kafka, que es de quienes se trata. Pero no teorizo sobre ellos al estilo de los académicos (aunque me apoyo en alguno de los hombres sabios que los leyeron con lucidez, desde Benjamin a Nabokov, pasando por Pla). Más bien trato de aproximarme a los mimbres con que tejieron sus cestos, a los afanes y a la humanidad, con sus flaquezas incluidas, de tres que supieron ser buenos amigos y mejores maestros.

En fin, no sé si serán de vuestro interés. Si lo fueren, tanto uno como otro (como es regla, en un bonito y cuidado epub sin DRM) están disponibles de momento aquí (los cuentos) y aquí (el ensayo), con alguna información adicional (y alguna que no procede, como las alusiones al DRM que, ya os digo, no llevan). Dentro de dos semanas, estarán en multitud de canales.

El precio, en ambos casos, es de 3,99 euros.

Para aquellos que entren por un canal que no permite venta internacional, que sepan que hay otros sí la hacen, por ejemplo Casa del Libro (aunque el primer día hubo algunos fallos que creo que se han subsanado, o eso me han dicho quienes los padecieron). Pero en lo sucesivo, muy pronto, habrá aún más canales con acceso desde cualquier lugar del mundo. Y recuerdo a los que tengan iPad, o Kindle, que ambos pueden leer estos epub sin problemas (en el caso del Kindle, mediante una conversión con Calibre, software gratuito, que no es en absoluto problemática).

Y para terminar, que me enrollo, no puedo sino agradecer a los medios su reflejo de la noticia. Sale en todos los periódicos. Desde El País o El Mundo hasta los de multitud de provincias. [Por cierto, rectificando dos detalles de la por lo demás concienzuda información del primero, ni tengo Facebook -opto por Twitter- ni es exacto el título que dan del ensayo que, repito, se titula El misterio y la VOZ]. Pero sé que la gratitud os la debo antes a vosotros, que respondiendo a esta apuesta como lo habéis hecho le otorgáis toda la relevancia que pueda tener.

Abrazos.

martes, 1 de marzo de 2011

La venganza del patito feo






Comparto con todos una noticia alentadora. Lo es que la oferta de ebooks en Leqtor.com, como podéis ver en el pantallazo bajo estas líneas, vaya viento en popa: de los cuatro libros más vendidos de la tienda, tres son de esta oferta. Lo es también que el más vendido sea un ebook por el que hay que apoquinar 14,99 euros (aunque incluya seis títulos, quince euros son quince euros). Pero sobre todo, lo es para mí que uno de esos Top 4 sea El ángel oculto, probablemente, de mis libros, el que menos vendió cuando salió en papel. O como suelo decirlo para mí, mi patito feo. ¿Sueñan con ser digitales los libros a los que en papel les fue esquiva la suerte?




No sé, pero verlo me ha dibujado una ancha sonrisa. Gracias a todos.

Abrazos.


Nota del jueves 3 de marzo: El patito feo es hoy el segundo del Top de ventas de Leqtor:



Los cuatro primeros son ya de la oferta. Bueno, en realidad, los seis primeros. Gracias por la respuesta, de verdad. Sois un lujo.