martes, 21 de febrero de 2012

Valencia, ahora





Haremos que primen la imagen y la inmediatez sobre la palabra y la profundidad: esto es Valencia, ahora. Mucha gente muy enfadada, chavales en su mayoría, pero no sólo. Ningún gobernante (o delegada del Gobierno, o jefe de Policía) debe felicitarse por algo así.

Tampoco es de recibo que los adolescentes españoles se hayan acostumbrado a utilizar "hijoputa" o "asesino" como forma de saludo a los antidisturbios. Sobre todo porque aquí hay un estado de Derecho ante el que responden esos policías que callan y que, cuando se calientan de tanto oír mentar a sus madres, golpean y a veces yerran.

Abrazos.

5 comentarios:

Vizconde de Bragelonne dijo...

Sin ningún lugar a dudas la falta de base ideológica que se vive por todas partes es lo más preocupante. Creo que es un buen momento para hacer una revisión a la rebelión de las masas y hacer auto-crítica porque algo hemos hecho (estamos haciendo) mal con la educación.

Un saludo,

María Narro dijo...

oCon permiso... ¿me lo puedo llevar a mi muro?

Con permiso. Vale, gracias, a ver si sé...

un beso.

Uriska dijo...

Consideraba que los antidisturbios estaban para cuidar el orden en la manifestación, proteger la integridad de los manifestados y velar por los transeutes ajenos a las manifestaciones, evitando que se produzcan agitaciones.... Nuevamente me doy cuenta que no entiendo determinados trabajos.

Atticus dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Atticus dijo...

Me hubiera gustado que mi gobierno enfrentarse mejor la situación actual. Mira que el anterior lo puso fácil. Puez no: caen en todos los tópicos que se atribuye a la derecha española: ciega obediencia a los mercados, apoyo incondicional a la religión y sus exigencias, y uso represivo de la policía. Necesitan leer a Locke, a Voltaire, a Judt.

Albert Camus describió mi estado de ánimo como nadie: tristeza cívica.