jueves, 23 de diciembre de 2010

Sin miedo (Feliz Navidad)




SARGE

We done our duty. Andy’s grown up.


SOLDIER ONE

And let’s face it – when the trash

bags come out, we Army guys are the first to go.


(Michael Arndt, TOY STORY 3).


Abren esta entrada tres líneas de diálogo de la que para mí es la mejor película de este 2010. El de la foto es Sarge, el que pronuncia la primera. La réplica se la da uno de sus hombres.

Para los que no entiendan inglés:

SARGE
Nuestra misión está cumplida. Andy se ha hecho mayor.

SOLDADO 1
Y no nos engañemos. Cuando las bolsas de basura salen a relucir, los soldados somos los primeros en llenarlas.

Hace ya algún tiempo que las bolsas de basura relucen ahí fuera, y todos somos soldados que podemos ir a parar a ellas. Pero como los soldados de plástico de la película, también podemos sustraernos a ese destino, escapando por la ventana. O por las ventanas, en plural, y en especial las que nos ofrecen la literatura, la creatividad, la imaginación en todas sus formas. Que en este día habrá que repetir que valen y no son cualquier cosa, frente a quienes tratan de desvalorizarlas y reducirlas a mercancía sin precio ni entidad. A ver si en este 2011 empezamos a convencerlos de que el talento y el trabajo merecen reconocimiento y recompensa, aunque sólo sea por el agradecimiento que uno debe a quien le reconforta.

También nos tocará a los autores aguzar el ingenio, no sólo para crear obras memorables, sino también para ofrecerlas en condiciones cada vez más asequibles, aprovechando lo mucho que de bueno y favorable tiene para la difusión de ideas la revolución digital y desarmando un discurso que hoy sostiene su demagogia sobre la estrecha y miope oferta legal de contenidos en formato electrónico.

Digámoslo con seriedad y claridad, por supuesto, pero sin tragedias ni catastrofismos. Para cerrar, y en ese ánimo, os pongo la felicitación de este año, que con dos libros sobre tricornios (desde la novela y desde el ensayo) al final me quedó muy benemérito. El próximo, cambiaremos de tercio. Nunca mejor dicho.




Sed felices, sed buenos, sed justos. Y que lo sean con vosotros.

Abrazos.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Aclaración (y disculpa si procede)





Hoy me dio por escribir la pieza semanal de vidas.zip acerca del trágico y deplorable asesinato múltiple de Olot. Me parecía, por terrible, una historia emblemática del momento.

Podéis leerlo aquí.

Pero me temo que he tenido una mala idea. He recibido algún mensaje de empleados de banca en el que me piden que rectifique mi "artículo", que consideran incita al desquite y la violencia con su colectivo como reacción a la crisis.

La cosa me ha dejado tan estupefacto que creo importante aclarar varias cosas:

1. El texto no es un artículo, sino un cuento. Sé que no es común encontrarlos en los periódicos, y eso puede llevar a equívoco, pero precisamente esa era la apuesta, llevar la literatura a un medio de comunicación con carácter regular (en este caso, semanal).

2. El texto es una ficción. Inspirada en un hecho real, el acaecido en Olot, pero recreado con las libertades que puede y debe tomarse la literatura, siempre que advierta de ellas. Y en la propia presentación de la serie vidas.zip (ver recuadro a la izquierda) se precisa con toda claridad que los relatos son "ficciones destiladas a partir de la realidad".

3. El texto tiene un narrador y un protagonista. Sus voces se diferencian perfectamente: el narrador habla en el primer párrafo y en el último. En los del medio, se recoge el proceso mental del protagonista, el asesino de ficción (que no el real).

4. Queda claro que ese asesino (de ficción) es una persona ofuscada y posiblemente perturbada. Sus propias acciones, y sus razonamientos, calenturientos y desproporcionados, así lo acreditan. Pero para que no quede duda se habla de "su cerebro nublado por el rencor"

5. Es ese asesino el que culpa a los empleados de banco. Y del contexto del relato se desprende perfectamente la barbaridad de la imputación, por la nimiedad que puede achacarles, devolverle un cheque sin fondos como es su deber (y nunca su culpa)

6. El narrador, que ofrece la distancia "objetiva" respecto de los hechos, y es el que podría si acaso representar al autor, califica la acción del asesino de "triste, absurda e inútil", y a mayor abundamiento aclara que no se ha dirigido contra los culpables de sus males.

Me he detenido a hacer todo este comentario de texto porque sobre esa base no puedo sino pensar que quienes me escriben enfurecidos han malinterpretado de cabo a rabo el cuento, dándole un sentido que es justo el contrario de la reflexión que lo inspira. Para mí está claro, no sé para vosotros. Pero advierto últimamente que a la gente le es cada vez más difícil captar la diferencia entre ficción y realidad, el discurso simbólico y no digamos ya la polifonía (multiplicidad de voces) que puede insertarse en un discurso narrativo.

Por todo ello, y por si queda duda, aclaro que lo que piensa ese asesino de ficción no representa ni mi pensamiento ni mi opinión, que es respetuosa hacia los trabajadores bancarios (como hacia cualquier otro trabajador que se gana honradamente la vida) y que en absoluto exhorto a ajustar las cuentas que cada uno tenga con la crisis agrediéndoles.

No tengo nada que rectificar, porque nada he afirmado que contradiga esto, sólo puedo pedir disculpas por propiciar un malentendido lamentable en la medida en que haya podido hacerlo.
Insisto, creo que cualquier lector mínimamente avezado interpretará sin problemas lo que el cuento quiere decir, pero entiendo que hoy los ánimos de los bancarios estén sensibles, y por eso ofrezco todas estas explicaciones, que en condiciones normales juzgaría innecesarias.

Abrazos. Y mis condolencias a las familias y a los compañeros de los fallecidos.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Gaga y el monstruo





Sed piadosos, es una foto tomada con iPhone desde lejos y con mala luz.

Estuve en el concierto y comprobé que esta chica es un ciclón. Si logra juntar más canciones buenas (por ahora sólo cuenta con 4 o 5, a mi juicio) puede hacerse eterna. Desde luego tiene
mucho más dentro (y mucho más genuino) que la fría y calculadora Madonna, con quien se empeñan en compararla o peor, de quien se la presenta una y otra vez como émula.




Tendrá además otro desafío: envejecer. En lo que también espero que supere a la Material Girl. Esto no se lo ha puesto demasiado difícil.




Escribí algo sobre mi experiencia en el concierto madrileño de la megadiva. Fui de hecho como prensa, lo que me permitió asistir al delirio fan de tantos presuntos informadores que tenía a mi lado. Yo, aclaro, estaba tranquilo y sentadito con mi portátil, escribiendo mientras se desarrollaba el concierto para enviar el texto al periódico apenas acabase. También me hizo mi pase de prensa sentir culpable, por la gente que se quedó fuera, gracias a las entradas falsas, y que lloraba a moco tendido por perderse algo que iba a apreciar, seguro, con más pasión que yo.

Como el artículo se publicó en el cuadernillo M2 de El Mundo, que no se puede leer fuera de Madrid, y no lo he visto en la web, me siento autorizado a copiároslo aquí:


Feroz Fragilidad

“I’m open” (“estoy abierta”). Así, según el productor de origen marroquí Nadir Khayat, más conocido como RedOne, le respondió Stefanie Joanne Angelina Germanotta, hoy más conocida como Lady Gaga, cuando le preguntó a qué estaba dispuesta antes de iniciar la producción de The Fame Monster. Quienes ayer fueron a verla en su concierto madrileño pueden dar fe de hasta qué punto la frágil y sin embargo feroz cantante italoamericana sabe atenerse a sus palabras. Lady Gaga se abre por completo a su público en sus actuaciones, lejos de la cicatería especuladora de otras megaestrellas. Tanto se entrega, que por momentos parece que se fuera a romper en dos sobre las tablas.

Que no especule no quiere decir que su espectáculo no esté calculado: al milímetro, por alguien que sabe que no defrauda, sino que supera las expectativas. “Eres más de lo que esperaba”, le dijo en directo la rancia presentadora de la ABC, Barbara Walters, tras entrevistarla en su programa. Desde su timidez desfachatada, Gaga sabe que seduce y arrolla. Y lo disfruta.

Sedujo y arrolló en Madrid, ante un repleto Palacio de los Deportes. Desbordó lo que de ella se esperaba al recordar su concierto de tres años atrás en la capital, el que hubo de dar dos veces para que nadie se quedara fuera. Lo hizo durante la estremecedora interpretación de Speechless, sola con su piano. Y a continuación, por si este homenaje expreso al público madrileño no bastara para arrebatarlo, le hizo el regalo que había regateado a otros: una canción de su nuevo álbum, Born This Way.

“Yo no era valiente. Vosotros me hacéis valiente.” Con esta declaración, Lady Gaga proclama el secreto de su fuerza, darse toda a fans que le dan todo, que más que una cantante la consideran una especie de redentora que les cura de sus flaquezas y les invita a ser, como ella, monstruosamente rutilantes. “No quiero ser tu amiga, quiero que me ames”. Es su himno, Bad Romance, broche de la noche. Tras cantarlo, se quedó en el escenario, cerró los ojos. No hay duda. Se lo gana.



Abrazos.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Domingo en Portofino





Por suerte, no confié para llegar hasta allí ni en AENA ni en sus desquiciados controladores. No sé si será el estrés o lo raro del trabajo o de ganar sueldos inasequibles al resto de trabajadores por cuenta ajena (ya que discuten ser empleados públicos, esto no lo negarán). Pero si queréis alucinar leed este blog. No veo que esta señora controladora ande tan corta de tiempo para sus cosas como dice. Yo no podría con mi vida normal, y no dedicándome a nada más, ni leer todos los comentarios que ella lee y contesta.

En fin, que teniéndolos providencialmente sometidos a control militar (los militares, lo han demostrado, saben mantener la calma y hacerla mantener en situaciones de histeria colectiva), prefiero recordar ahora la sensación del pasado domingo en Portofino, hasta donde nos llevó a mi familia y a mí nuestro humilde y noble (por fiable) Seat.

Había estado lloviendo todo el día, pero en ese momento escampó. Serían las 20.30. No había nadie más, ni un alma, en todo el pueblo. A veces la vida sabe compensarte con largueza por los sinsabores absurdos que la insensatez humana te inflige.

Abrazos.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Wanted




Estos tipos son los que dicen que los representan, y ayer hicieron un supremo ejercicio de cinismo y de desfachatez al considerarnos a todos tan imbéciles como para querernos hacer creer que todos sus secuaces se habían estresado a la vez en el arranque del puente.

En vez de estar en su cama a las 10 de la noche como había procurado que sucediera, sacando unos billetes para este puente con dos meses de antelación, mis hijos se acostaban anoche a las dos de la mañana después de un imprevisto viaje en coche de 600 kilómetros. Por fortuna, aunque en algunos tramos el termómetro marcaba 8 bajo cero, en la mitad este de la península no había (aún) hielo ni dificultades para el tránsito. Por mis hijos, por todos los que han tenido que hacer viajes aún peores, y por los que siguen tirados a esta hora: castigo a los responsables.

Habría que publicar las fotos de los que faltaron ayer. Y colgarlas en todos los aeropuertos, como las de los etarras. Los ciudadanos tienen derecho a conocer el rostro de los delincuentes que les han agredido.

Militarización indefinida (como en Italia). Despedidos los de ayer y los que fallen en adelante. Y los que quieran, que sigan trabajando en las condiciones que el gobierno decida, con el grado de soldado raso. Ha llegado el momento de mostrar la autoridad y empezar a limpiar este país de privilegiados sin fundamento, que nos lastran y atrasan de este modo.

Naturalmente, hoy no soy objetivo. Soy un perjudicado. Como cualquier otro ciudadano de este país. Pero tenía pensado un titular más crudo aún. Empieza por E, acaba por A y son siete letras.

Adivinad.

Abrazos.