Quien la conoce la recuerda. Por si acaso, para los desmemoriados y también para los que nunca la vieron, ahí va una primera imagen para ir poniendo en situación:
Es el bosque de laurisilva, o mejor dicho una muestra de lo poco que queda de él, en el Parque Nacional de Garajonay, en la isla de La Gomera, más que justificado Patrimonio de la Humanidad, en tanto que conserva esa joya natural, superviviente milagrosa de una era lejana. Un patrimonio que lo es también de los gomeros, los canarios y los españoles, y del que podemos sentirnos orgullosos todos: si a la bella isla canaria debe su asiento, al esfuerzo de los isleños y el de todos los españoles debe su subsistencia y conservación.
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