Pero mola. Ésta es la edición danesa de "El alquimista impaciente", que acaba de aparecer. Es muy reconfortante que diez años después de escribirlo un libro siga dando guerra. Incluso, es curioso, esta historia está más vigente entonces que ahora. Porque habla de la vana ilusión de riqueza rápida (y a menudo poco ética) en la que vivió este país durante tantos años, y que ahora ha desembocado en una escombrera de la que urge salir improvisando modelos alternativos.
El único modelo es el trabajo, la formación, la integridad y la responsabilidad. Eso que tanto nos ha faltado y nos falta, todavía. Pero bueno, que viva Dinamarca. Donde algo olía a podrido, cuando Hamlet, pero ahora más nos lo podríamos aplicar por aquí.
3 comentarios:
Enhorabuena, Lorenzo, por ese triunfo (obviamente merecido) allende las fronteras.
Abrazos,
Pedro
Me sumo a esa enhorabuena.
Que disfruten los daneses.
Saludos!
El arte traspasa fronteras.
Felicidades
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