sábado, 30 de octubre de 2010

Sábado, periódico.





Es sábado y me he ido a leer el periódico. A donde mejor entra y sienta, una playa cerca de casa, no daré más detalles porque una de las cosas estupendas que tiene es que esté completamente vacía un sábado a las 9.




Parece casi una de esas declaraciones egocéntricas típicas del bloguero insensato. ¿A quién demonios le importa que leas el periódico o dónde lo hagas? Y es cierto. Pero este acto hoy era importante. Llevaba veinte días trabajando sin parar, fines de semana incluidos. De ahí el abandono del blog.




Y después de este momento de necesaria insumisión y anarquía, recobro a continuación, como buenamente pueda, el tiempo perdido. Por suerte, todo ha salido bien. Comenzando por Getafe Negro, que empezó con el homenaje a José Luis Sampedro. En la foto de abajo, un momento del acto, y una buena crónica, donde esta amiga.



Y terminando por nuestro nuevo festival off en Viladecans, con un Philip Kerr que habló ante una sala muy concurrida en el Atrium de mi ciudad barcelonesa.




No se puede pedir más, pero lo hubo. Como el formidable coloquio entre Misha Glenny y Luis de la Corte sobre delincuencia organizada, moderado y reseñado por Manuel Marlasca, o la animada y muy instructiva charla del propio Kerr y Rosa Ribas sobre Alemania, el corazón de Europa (nos guste o no a los periféricos, ya seamos peninsulares o insulares). Hay muchas crónicas del festival por Internet, no voy a enlazarlas todas ni a presumir de criatura (aunque no puedo dejar de remitir a la minuciosa crónica del festival que se hace en este blog), pero la verdad es que este año nos ha quedado bastante mona. Gracias a todos los que lo hacéis posible, vosotros sabéis quiénes sois.




Y para terminar esta entrada miscelánea, un agradecimiento, no sé a quién. Me explico. Nadie sabe (salvo su editor y él) quién es Héctor Malverde, el autor de la ya casi imprescindible Guía de la novela negra, publicada por la excelente editorial Errata Naturae. Pero leed lo que dice aquí.




En fin, ya me habían llamado El tigre de Getafe (el capón se lo debo a Rafael Reig, vid. Manual de literatura para caníbales). Con esto de El coloso de Carabanchel, ya sólo me falta que me inventen uno con mi nueva patria chica catalana. Si alguien quiere fastidiar (lo digo por lo de la reciente prohibición aprobada en este país que intermitentemente me acoge) que no parezca un nombre de boxeador como los otros, sino de torero, que siempre tienen gracia.




Pero bueno, para bajarme los humos, el siempre interesante Ricardo Bosque (si no la conocéis, os recomiendo su revista sobre el género negro, la muy acreditada .38 ) me mira un poquillo por encima del hombro y me acusa de demasiado formal y blandito. A uno, que ha mandado legionarios en razia salvaje por los riscos del Rif. En fin, qué injusta es la vida. Pero al escritor, cuando las injusticias las comete un lector (y Ricardo lo es y de los buenos), no le queda otra que acatarlas. No hay tribunal de apelación.

Abrazos.

2 comentarios:

Armando Rodera dijo...

¡Quién pudiera estar ahora mismo en la playa, Lorenzo! En Madrid tenemos un puente desapacible, con frío, viento y lluvia.

Quisiera darte de nuevo la enhorabuena por la organización de Getafe Negro, una certamen indispensable para los amantes del género y en el que he podido disfrutar mucho, al igual que hice el año pasado. Me hubiera encantado poder asistir a más actos, pero por unas u otras circunstancias me ha sido imposible.

Y por supuesto, reitero también mi agradecimiento por mencionar otra de mis crónicas en tu blog.

Un abrazo y feliz fin de semana.

Paco Gómez Escribano dijo...

Esos momentos de lee3r el periódico por la mañana, en solitario, captando las esencias del paisaje, son tremendos. Sobre todo, como bien dices cuando no hay gente. Yo ahora haré lo mismo, aunque bien es cierto que mi barrio no es lo mismo que una playa, aunque no creas, todo tiene su punto. Oye, Getafe Negro ha estado genial, enhorabuena. Hice algunas crónicas en mi blog y todavía tengo algunas pendientes. Me lo pasé estupendamente, entre amigos. Muchas gracias.