Los dos son más o menos jóvenes, ella más que él (lo siento, amigo, such is life). Los dos se han dado a conocer gracias a sus respectivos blogs (en el principio, fue el blog, y de ahí pasaron a otras cosas), los dos dan la impresión de escribirlas como las piensan y a los dos les debo algún que otro descubrimiento (esta música y estas imágenes, verbigracia). Eso no quiere decir que me guste todo lo que hacen ni que esté de acuerdo con todo lo que escriben, pero con ambos tengo una sensación de autenticidad, el saludable pálpito de que se trata de dos mentes que no se esconden, incluso cuando saben que desvelarse tal y como son va a irritar a muchos (con razón o sin ella). Representan, además, una sensibilidad que me interesa: abierta, irreverente, nada hipócrita y un punto caótica y caprichosa. Una sensibilidad, en cierto modo, representativa de nuestro tiempo, o al menos de cómo lo viven los de abajo de la pirámide de población: los mileuristas sin voz reconocida pero con instrucción, conciencia, mala leche y ganas de expresarla.
En fin, son Beta y Ezcritor, y a sus respectivos blogs se llega pinchando en sus respectivos nombres. Aunque si eres menor de edad o demasiado susceptible, no te recomiendo el viaje. Es posible que algunos los odiéis, si los leéis, pero si lo pensáis la experiencia os habrá procurado al menos una emoción, así que espero que me lo agradezcáis. Yo celebro haberlos descubierto.
5 comentarios:
Por casualidad y casi con descuido llegué al blog de La Rosa Separada. Desde la primera palabra que leí me cautivó la persona que se escondía tras ese poético nombre.
Pronto intercambiamos comentarios y más tarde conversaciones interminables. Yo le hablaba de Somoza, del que he bebido en mi forma de escribir y ella me habló de Silva.
A mis manos tan sólo ha llegado El ángel oculto y pude entender la admiración de mi amiga de primera mano. Pronto podrá darme en persona La sustancia interior, su libro favorito de este escritor.
Es un placer para quienes escribimos sin nombre el que aquellos a los que leemos con la boca abierta nos dediquen espacios como este blog o encuentren el tiempo para comentar en alguno de los nuestros.
Mi admiración como lector, como escritor y como persona.
Un saludo
Joder Loren !!! Qué droga me has dado !!! No puedo parar de leer los diarios de Sigmundo. Es la caña el tío. Gracias compadre.
Pues habrá que echarles un vistazo a esos dos blogs, porque siempre está bien conocer nuevos trabajos de otros bloguers. Esto de la blogosfera nos hace conocernos unos a otros y aprender mucho. Gracias!
Un saludo!!
No tan joven el ezcritor, que aproximadamente es de tu quinta... algunos se conservan mejor que otros, que le vamos a hacer.
Tan bien que conoces Internet debes saber que y quien es realmente Rafa Fernández, lo que hay detrás de la fachada de ese personaje ridículo y ficticio y hasta donde llega su alcance en este medio tan dado a las suplantaciones de la propia identidad y personalidad.
También sabrás que, como tú Inquisidor, no solo se parapeta detrás de un solo personaje, sino que son múltiples las caras y las máscaras detrás de las que se esconde. Supongo, y no es mucho suponer, que no ignorarás su gran inteligencia.
Y deberías conocer igualmente (y por si lo desconocieras ya te lo digo yo) la clase de cobarde y mala persona que es. A no ser que consideres que el acoso moral y el maltrato psicológico son prácticas perdonables.
Se aprovecha de las "hermosas" posibilidades de suplantación que le ofrece la red, y estando y controlando (de y desde) dentro no tiene inconveniente ni escrúpulos en jugar con los sentimientos, las emociones y la mente, y no duda en intentar hacer cada vez más daño sin temor a las consecuencias, pues como el cobarde que es, se despoja de su máscara ante su conejillo de indias, le deja ver hasta donde llega la burla y el sadismo... y amenaza y chantajea, pero se esconde, demostrando, ya digo, una gran inteligencia y voluntad, si, pero desde luego conseguir SUS propios fines no justifica sus medios.
Engañar, pedir y ofrecer confianza, indagar en la vida privada de otro y disimular la propia, hacer aparentar lo que no es, burlarse y sembrar la confusión y la rabia después en quien ingenuamente confió en él. Esa es su táctica. Y se lo que me digo.
Además no lo hace solo. Tiene una cuadrilla de marionetas de distintos colorines a su servicio y órdenes. Gentuza que a cambio de unas monedas por aquí y algún favor por allá, no dudan en acoplarse a su voluntad aún teniendo que renunciar a su dignidad, aunque yo dudo de que en realidad nunca la hayan tenido.
Estas marionetas se creen muy listas o listos, se sienten así mismo muy seguras o seguros y protegidas o protegidos, impunes.
Y esos sinvergüenzas son informados de las intimidades de la vida privada que quien depositó su confianza en uno sólo. Con total desprecio al desprecio que provocan se involucran sin dudarlo en un asunto muy feo, pero que al parecer a ellos les parece muy gracioso.
Eso es Internet y a mi me parece que deberías saberlo. La manipulación y el engaño, el acoso, el maltrato moral y psicológico, en el estado más puro, aquí se pueden llevar a cabo de la manera más impune.
Y el mayor peligro está en los que lo mueven por dentro.
No se entiende que hace alguien que como tú careces de tiempo para actuar regularmente el blog, leyendo y animando a leer a semejante persona y personaje.
Querido (o querida) No, dos precisiones:
- Desconozco la vida privada de Ezcritor, salvo lo que enredado en ficción pueda estar en sus blogs. Y como eso es literatura y no sé qué hay de lo uno y de lo otro, me abstendré de juzgarlo por ello. En lo que yo he tratado con él ha sido correcto, respetuoso y siempre discreto. No tengo queja de él, a este respecto. Lo cito y juzgo por el talento que creo que tiene para escribir, aunque, como ya indico en el post, no comparta todas sus posturas y actitudes, y me refiero a las artísticas (su vida privada, insisto, no es asunto mío).
- No es de mi quinta. Le saco diez añitos casi limpios. La quinta de uno, que yo he hecho la mili, la forman los de tu propio año.
Y ya siento no conservarme en condiciones óptimas, según tu criterio. Es que he pringado mucho en la vida. Pero no pienso repararme. Me gusta que el tiempo deje su huella.
Salud
Lorenzo
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