El primero, al autor de la entrevista que podéis leer pinchando en este enlace. Cuando uno lleva ya dos semanas hablando de lo mismo con muchos entrevistadores (mi gratitud a todos ellos, ante todo) reconforta mucho leer una en la que uno ve clavado no sólo todo lo que dijo, sino lo que quiso decir. Creo que es la que por ahora mejor transmite mis intenciones al escribir el libro y mis planteamientos sobre los asuntos de que trata (y en particular, sobre el que puede resultar más sensible). Quizá sucedió que esa mañana sevillana yo estaba menos obtuso que de costumbre, pero también, sin duda, que el que lo hizo es un profesional de pies a cabeza (y no quiero decir, aviso a mal pensados, que los demás no lo fueran). Gracias, Braulio, por hacerme posible remitir desde aquí a un resumen tan pertinente y tan preciso de lo que buscaba comunicar.
Y el segundo agradecimiento, para el hombre cuya foto encabeza esta entrada: Miguel Delibes. Por escritor sabio y coherente, por tipo íntegro, por maestro. Recomiendo vivamente leer su discurso de aceptación del Cervantes. Y para completar sus ideas, y en su homenaje, hoy ya póstumo, estas palabras de otro maestro de novelistas, Joseph Conrad:
De todos los libros, las novelas, que debieran ser especialmente amadas por las Musas, son las que más apelan a nuestra compasión. El arte del novelista es simple, y al mismo tiempo el más huidizo de los creativos, el más susceptible de resultar oscurecido por los escrúpulos de quienes lo sirven y veneran, el que está preeminentemente destinado a llevar más turbulencia a la mente y al corazón del artista. Después de todo, la creación de un mundo no es empresa parva, excepto quizás para quienes poseen dotes divinas. En verdad, todo novelista debe empezar por crear para sí mismo un mundo, pequeño o grande, en el que honestamente pueda creer. Y ese no puede ser sino conforme a su propia imagen: ha de ser inevitablemente individual y un tanto misterioso; pero, a la vez, ha de resultar familiar a la experiencia, pensamientos y sensaciones de los lectores. En lo más recóndito de toda ficción, hasta de la que menos merece el nombre, puede hallarse algo de verdad. (...) El abarcarlo todo en una concepción armoniosa es un logro no poco importante; incluso el intentarlo deliberadamente, con ánimo serio y cabal, no por impulso inane de un corazón ignorante, representa una honorable ambición.
Delibes llenó con su vida y obra las palabras que preceden. Descanse en paz.
2 comentarios:
Llevas razón, Lorenzo, es una entrevista magnífica. De la que, una vez más, se desprende la determinación del novelista (en este caso tú) a hacer crítica social a través de la novela negra. Ya estoy deseando leer "La estrategia del agua". Avísanos si hay algún acto de presentación de la novela.
Magnífica la parrafada de Józef Teodor Konrad.
No me gusta que muera gente. Y si es gente a la que admiras, mucho menos. Con Delibes me ha pasado igual que con Umbral una pena por dentro...
Un abrazo.
Hola, Lorenzo.
Sólo quería darte las gracias personalmente (que no en persona), por el contenido que llevará tu último libro y que me llegará en breves, con remite de Barcelona.
Covadonga estará más que contenta. Ilusionada, sería la palabra correcta. Y yo, por mi parte, agradecido de todo corazón.
Espero que volvamos a coincidir como en Visor '09 y pueda invitarte a unas Voll's frente al mar.
Un saludo y un afectivo abrazo virtual.
Manel.
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